viernes, 7 de marzo de 2008

¡QUE JETA TIENEN!

Los mismos que creyeron que el incendio de Guadalajara era el Prestige del PSOE, los mismos que quisieron que el accidente del Cougar fuese el YAK de los socialistas, los mismos que han estado lamentrándose porque el 11M cambió unos resultados electorales que apuntaban en otro sentido sólo 24 horas antes, esos mismos, quieren ver que la historia les da una segunda oportunidad.
No me refiero a los dirigentes del Partido Popular, ni mucho menos. Aunque seguro que en Génova hay quien piensa así. Me refiero a esos militantes de base, simpatizantes radicales o simples desquiciados que abundan en el entorno de todas las formaciones. Y fijate que los populares podrían reproducir el comportamiento de los jerifaltes socialistas durante el 13 de marzo de 2004 y la tendríamos bien liada.
Ya se han producido las primeras concentraciones de ciudadanos con carteles contra ZP en ristre. No quiero ni pensar lo que puede pasar mañana como alguien o alguienes se empeñe en calentar la cuestión. Empiezo a pensar que las elecciones, en España, debían convocarse de un día para otro. ¡Eh, que mañana hay que votar!. Así nos evitaríamos espectáculos lamentables, apariciones sangrientas de los asesinos de turno, un montón de pasta y rollos macabeos como los que nos sueltan durante semanas los políticos.
Pero claro, no dejo de pensar que los mismos que hace 4 años decían que España se merecía un gobierno que no mintiese y que pedían castigar al PP por sus "mentiras" y que animaban a la gente a cambiar su voto para echar a los populares de Moncloa, son los mismos que hoy no han tardado ni 15 minutos en salir a la plaza para pedir que nadie cambie la intención de su voto. No vaya a ser.
Y lo dicen con la seguridad, la firmeza y la desfachatez de quien está seguro de que tiene un número de votos atado y bien atado que le garantiza cuatro años de futuro político. Lo dicen sin inmutarse, al tiempo que acuden a actos unitarios de todos los partidos. Lo dicen, si me apuran, a la salida de la capilla ardiente del asesinado. Lo dicen con esa boca retorcida por el mal gesto de quien se siente traicionado en sus planes en el último momento. Como si mañana no fuese la jornada de reflexión y dicha jornada no estuviese puesta, en el calendario electoral, justamente para eso, para reflexionar.
Soy consciente de que hace sólo unas horas yo mismo he dejado escrito que no debemos dejarnos influir por el atentado y no debemos cambiar el voto por este asesinato. Pero es que yo dije exactamente lo mismo hace 4 años. Exactamente. De hecho, me aplique el cuento, como este año. Y mira que me dolió entonces y me he arrepentido durante estos mismos 4 años. Creo en la coherencia, aunque a veces haya que explicarla. Y por eso critico lo que critico y propongo lo que propongo. Por eso no soy político, por mucho que me guste la política, que me gusta. Porque no me sale decir en cada momento lo que más conviene, sino lo que creo que tengo que decir, lo que me sale decir.

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