lunes, 12 de mayo de 2008

NO ES SUFICIENTE

No acabo de entender que plus adorna a determinados políticos, en este país. El mero hecho de hacer política en el País Vasco parece suficiente para dignificar sus opiniones, sus razones, sus "principios". No lo entiendo. Da igual que sus resultados electorales sean malos. Da igual que su proyecto político haya sido reiteradamente despreciado por la inmensa mayoría de los ciudadanos vascos. Da igual. Están investidos de ese plus y vale. Es más, no sólo eso, los que nos permitimos dudar o discrepar de su superioridad moral y/o política, desde planteamientos netamente democráticos (por supuesto), somos tachados de radicales, insensibles, amorales y cosas peores.
Los mejores resultados que ha conseguido nunca el PP en Euskadi coinciden con los años en los que el PP se mostró razonable en sus planteamientos frente a los nacionalistas. Es cierto que coincidió con los mejores momentos electorales del PP a nivel nacional, pero lo cierto es que a medida que los populares fueron obsesionándose con desalojar al PNV del poder, a base de demonizarlos y arrinconarlos, los resultaron fueron siendo peores. De nada valió la candidatura de Mayor Oreja a la Lehendakaritza. De nada valió pensar en una mujer como supuesto revulsivo. El PP lleva 8 años sin levantar cabeza.
Es muy cierto que no es nada fácil hacer política en el País Vasco. Nada, nada fácil. Mucho menos aún, si tus principios políticos giran sobre la unidad de España y los valores democráticos, la igualdad de todos y el respeto a los diferentes. Reconozco pues la labor de los políticos del PP y del PSOE en Euskadi y admiro su tenacidad. Pero eso no los hace mejores que tu, o que yo, o que cualquier otro ciudadano de cualquier parte de España. Lo siento.
María Sangil ha demostrado un valor y un coraje sin límites. Eso es indudable, pero ahí se acaban sus credenciales políticas. En el Ayuntamiento de San Sebastián sólo acreditó ser una fiel seguidora de los postulados de Gregorio Ordóñez. En la presidencia del PP en Guipúzcoa apenas acreditó capacidad para crear un núcleo de poder en torno a mujeres. Como presidenta del PP en el País Vasco no se le recuerda ninguna gran medida, iniciativa o aportación. Tan sólo una negativa perpetua a reunirse con quien sea para hablar de lo que sea, mientras no se acepten sus apriorismos. Y como candidata a Lehendakari, mantuvo firme el pulso decadente de su partido, devolviendo la segunda posición en Euskadi al PSE.
¿Cuáles son, pues, los argumentos políticos de María Sangil para acreditar un mejor análisis o una mayor capacidad?. Creo, sinceramente, que ninguno. Aún diría más. Y no lo digo yo sólo. El PP tiene una imposibilidad objetiva para ganar las elecciones generales. Necesita sumar un mínimo de votos en Euskadi y en Cataluña o seguirá en la oposición hasta que Mariano Rajoy sea abuelo. Y ni María Sangil, ni los hermanos Fernández (en Cataluña) han aportado gran cosa a este objetivo. Eso es un hecho y lo demás son palabras.
Me parece perfecto que Sangil no esté de acuerdo con el supuesto giro que Rajoy quiere dar a los objetivos políticos del partido. Me parece perfecto, y coherente, que se retire de la ponencia política que estaba preparando. Pero si Mariano Rajoy presenta una reorientación de la línea política del partido y es respaldado por la mayoría del congreso de Valencia, bienvenido sea. Sobre todo, esperemos a ver que dice la ponencia política porque es indudable que Rajoy no tiene el monopolio de la verdad, pero María Sangil tampoco. Y me da la impresión de que tantas voces que han salido en defensa de la presidenta del PP en Euskadi piensan más en su valor como política del PP en el País Vasco y en el daño que le pueden hacer a Rajoy que en el fondo de la cuestión. La línea política que los populares deben seguir en los próximos años si quieren volver a La Moncloa antes de que La Moncloa cambie de ubicación.

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