martes, 13 de mayo de 2008

CUESTIÓN DE ARRIMAR EL HOMBRO

La película de vaqueros más ligada a España es "Caravana de mujeres". No porque se rodase en España, ni tuviese intérpretes de origen español o alguien del equipo técnico fuese de nuestro país. No. El clásico de William A. Wellman está íntimamente ligado a España desde que se proyectó un sábado de mediados de los 80 (que gloriosos aquellos "Sábado cine" que llenaron tantas horas de muestra adolescencia)y cambió, para siempre, el panorama de Plan, un pueblo del pirineo oscense. Aquella proyección sirvió de ejemplo a muchos jóvenes y no tan jóvenes solteros que copiaron la iniciativa y la convirtieron en un clásico.
Han pasado más de 20 años, pero alguno debería volver a ver esa película (y otras tantas) antes de tomar decisiones o planificar estrategias. Ya es legendaria la anécdota que recuerda que hace no mucho, la Cámara de los Comunes de Londres vivió una extraña votación cuyo diseño salió directamente de un capítulo de la imprescindible serie "El Ala Oeste de la Casa Blanca". Algunos políticos españoles deberían ser un poco más humildes y modestos y acercarse con amplitud de miras a estos ejemplos.
Después de ver como un grupo de mujeres, no especialmente dotadas para la guia de carretas y para la vida en el desierto americano, superan todas las adversidades después de haber unido esfuerzos ante la adversidad, más de uno recordará lo elemental. El que dirige un grupo no siempre es el más preparado, ni el que más sabe, ni siquiera el que mejor organiza el trabajo. El que mejor dirige un grupo es el que sabe cuando hay que apretar, cuando hay que aflojar, cuando hay que buscar otra ruta, cuando hay que dejar que el grupo se autogestione, cuando quitarse de en medio,... y, la mayoría de las veces, cuando se logra el éxito se queda en un prudente tercer o cuarto plano. Pero, más aún, el que mejor dirige es, y eso ya no depende de él, el que encuentra a menos "compañeros de viaje" dispuestos a torpedearle.
Ha dicho hoy mismo Jaime Mayor Oreja que, en este momento, se verá quien miente mejor en el PP. Y yo no salgo de mi asombro. ¿Ahora se va a ver eso?. Por favor. Eso está muy claro. El que mejor miente en el PP, de largo, con acreditada solvencia, es... Jaime Mayor Oreja. ¿Quién, si no, ha sido capaz de liarla a fondo, siempre que se lo ha propuesto (y, a veces, casi sin proponérselo) y ha salido limpio de polvo y paja como el niño bueno que se empeña en ser?. ¿Quién ha sido capaz de ir creando pseudo-líderes de la nada hasta convertirlos en supuestos referentes patrios para luego hacerlos desaparecer sin dejar rastro?. ¿Quién ha demostrado mayor capacidad para repetir una mentira, o una vacuidad, hasta el hartazgo, hasta lograr que buena parte de la sociedad lo asumiera como una verdad inmutable, incluso tras comprobarse que eran la nada más absoluta?.
Seguirá habiendo retos para Rajoy, pero Mayor Oreja no va a dar la espantada. No se atreve porque se le acaba el chollo. Seguirá moviendo peones para ponerle las cosas difíciles a Rajoy, pero no dará ningún paso definitivo. El que sí debería darlo es el propio Rajoy. Como le ha aconsejado esta mañana Julio Anguita, debería quitarse complejos galaicos y actuar con claridad y decisión. El que no esté cómodo, el que no se quiera sumar a la caravana, que se haga a un lado y que no moleste. Y para controlar a los que quieren seguir mangoneando sin dar la cara, un secretario general que sea general secretario y que ponga orden. Un tipo o tipa firme al que no le tiemble el pulso. Un alguien tipo...

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