martes, 29 de abril de 2008

LOS ESPAÑOLES VAMOS DE CULO, DON BERNAT

Es un tío sonriente, aparentemente simpático. Es un tipo reconocido internacionalmente por sus investigaciones científicas y con prestigio médico. Es ministro desde hace un año y lo mejor que se puede decir de su labor es que durante varias semanas ni está, ni se le escucha, ni se sabe de su labor. Cuando Bernat Soria aparece en los medios, en cuerpo mortal o en presencia referida, España tiembla.
No era fácil superar el nivel de rechazo que despertó su antecesora en el cargo. Elena Salgado fue famosa por su persecución de los fumadores, de los aficionados al vino y por sus obsesiones por imponernos una supuesta vida sana. Los ministros de Sanida suelen tener una tendencia acusada a copar titulares generalmente negativos para la población. De memoria me salen Celia Villalobos y su caldito, Ángeles Amador y su peinado lacado a la velocidad, Romay Becaría,... Todo joyas. Pero Bernat, acostumbrado a ser el primero en todo lo que hace, aunque sea a costa de falsear la realidad, se está empeñando a fondo.
No tuvo pudor en decir que Zapatero era el mejor presidente de la democracia, no sabemos si por haberle elegido a él como ministro o a pesar de ello. No tiene pudor en inmiscuirse en las competencias de las comunidades autónomas, especialmente si se trata de regiones gobernadas por el PP. Pero el pasado viernes superó todos sus límites... al menos, hasta ahora.
En el mismo día conocimos una guía que, bajo el grosero título de "Esta guía va de culo", equiparaba a los homosexuales masculinos con personas obsesionadas por meterse todo y todo a la vez por allí mismo al tiempo que se drogan sin contemplaciones. Jooooooooooder con los progresistas. Y es una guía financiada y respaldada por el Ministerio de Sanidad a través del Plan Nacional sobre el SIDA. Que hermosura. Luchemos contra el SIDA aún a costa de volvernos todos drogadictos.
No tengo yo ingenio y sabiduría como para escribir sobre el culo y la homosexualidad. Ya tenemos buenos ejemplos como el de Tomás Cuesta en ABC y otros. Por eso, me limito a constatar que los homosexuales que conozco, no dan crédito con la guía en cuestión. Y me permito subrayar que el sexo es sexo y punto. ¿O es qué a alguien se le ocurriría ligar las relaciones de pareja (cualesquiera que sean los componentes de dicha pareja) con el consumo de drogas, de alcohol o de cualquier otra práctica?. El sexo es sexo, hermoso, satisfactorio y si, además, te gusta aderezarlo con una ralla de coca, con nata montada, con ropa de cuero, o en pelota picada es problema de la pareja, siempre que no se infrinja ninguna ley. Y punto. Y la guía de Bernat está de más.
Pero claro, sólo unas horas después, con el mini-stro ya estaba de fin de semana, tras el Consejo de la mañana y en el departamento no quedaban más que el mobiliario, salta la alarma del aceite de girasol. "No consuman oigan. No sabemos mu bien por qué, pero no consuman. La situación es seria, pero como estamos a viernes por la tarde, no nos molesten hasta el lunes". Tranquilizador y razonado mensaje. Parece que con estar pendientes de nuestra salud han cumplido.
Mire usted, señor ministro, si había un riesgo y era posible retirar las partidas de aceite de girasol en poco más de 48 horas, haberlo hecho, no haber alarmado y punto. Pero no, a usted le gusta ser original y lo hace todo... de forma creativa. A su manera. O sea, con el culo. Dicho sea con perdón.
Los productores de aceite de girasol, cabreados. Las tiendas y zonas comerciales, cabreadas. Los consumidores tan cabreados como preocupados. Y usted tan sonriente, dispuesto a beberse una botellita de aceite ante las cámaras. Yo me conformaría con que se tomase un vasito de aceite de ricino. Y a su lado, un tipo, muy correcto, muy educado, alto cargo de su ministerio que convoca a los periodistas para decirles que él no está para responder preguntas de la prensa. Mire usted, señor León, los rugidos, en la selva. Usted está para cumplir las obligaciones del cargo y, entre ellas, está la de atender a los medios, no en tanto que tales medios, sino en cuanto que son la institución de la que se ha dotado la democracia para mantener informados a los ciudadanos. A ver si se entera. De lo contrario, va usted de culo.
Es más, con este ministro de Sanidad, los españoles vamos de culo, don Bernat.

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