Es un tío sonriente, aparentemente simpático. Es un tipo reconocido internacionalmente por sus investigaciones científicas y con prestigio médico. Es ministro desde hace un año y lo mejor que se puede decir de su labor es que durante varias semanas ni está, ni se le escucha, ni se sabe de su labor. Cuando Bernat Soria aparece en los medios, en cuerpo mortal o en presencia referida, España tiembla.
No era fácil superar el nivel de rechazo que despertó su antecesora en el cargo. Elena Salgado fue famosa por su persecución de los fumadores, de los aficionados al vino y por sus obsesiones por imponernos una supuesta vida sana. Los ministros de Sanida suelen tener una tendencia acusada a copar titulares generalmente negativos para la población. De memoria me salen Celia Villalobos y su caldito, Ángeles Amador y su peinado lacado a la velocidad, Romay Becaría,... Todo joyas. Pero Bernat, acostumbrado a ser el primero en todo lo que hace, aunque sea a costa de falsear la realidad, se está empeñando a fondo.
No tuvo pudor en decir que Zapatero era el mejor presidente de la democracia, no sabemos si por haberle elegido a él como ministro o a pesar de ello. No tiene pudor en inmiscuirse en las competencias de las comunidades autónomas, especialmente si se trata de regiones gobernadas por el PP. Pero el pasado viernes superó todos sus límites... al menos, hasta ahora.
En el mismo día conocimos una guía que, bajo el grosero título de "Esta guía va de culo", equiparaba a los homosexuales masculinos con personas obsesionadas por meterse todo y todo a la vez por allí mismo al tiempo que se drogan sin contemplaciones. Jooooooooooder con los progresistas. Y es una guía financiada y respaldada por el Ministerio de Sanidad a través del Plan Nacional sobre el SIDA. Que hermosura. Luchemos contra el SIDA aún a costa de volvernos todos drogadictos.
No tengo yo ingenio y sabiduría como para escribir sobre el culo y la homosexualidad. Ya tenemos buenos ejemplos como el de Tomás Cuesta en ABC y otros. Por eso, me limito a constatar que los homosexuales que conozco, no dan crédito con la guía en cuestión. Y me permito subrayar que el sexo es sexo y punto. ¿O es qué a alguien se le ocurriría ligar las relaciones de pareja (cualesquiera que sean los componentes de dicha pareja) con el consumo de drogas, de alcohol o de cualquier otra práctica?. El sexo es sexo, hermoso, satisfactorio y si, además, te gusta aderezarlo con una ralla de coca, con nata montada, con ropa de cuero, o en pelota picada es problema de la pareja, siempre que no se infrinja ninguna ley. Y punto. Y la guía de Bernat está de más.
Pero claro, sólo unas horas después, con el mini-stro ya estaba de fin de semana, tras el Consejo de la mañana y en el departamento no quedaban más que el mobiliario, salta la alarma del aceite de girasol. "No consuman oigan. No sabemos mu bien por qué, pero no consuman. La situación es seria, pero como estamos a viernes por la tarde, no nos molesten hasta el lunes". Tranquilizador y razonado mensaje. Parece que con estar pendientes de nuestra salud han cumplido.
Mire usted, señor ministro, si había un riesgo y era posible retirar las partidas de aceite de girasol en poco más de 48 horas, haberlo hecho, no haber alarmado y punto. Pero no, a usted le gusta ser original y lo hace todo... de forma creativa. A su manera. O sea, con el culo. Dicho sea con perdón.
Los productores de aceite de girasol, cabreados. Las tiendas y zonas comerciales, cabreadas. Los consumidores tan cabreados como preocupados. Y usted tan sonriente, dispuesto a beberse una botellita de aceite ante las cámaras. Yo me conformaría con que se tomase un vasito de aceite de ricino. Y a su lado, un tipo, muy correcto, muy educado, alto cargo de su ministerio que convoca a los periodistas para decirles que él no está para responder preguntas de la prensa. Mire usted, señor León, los rugidos, en la selva. Usted está para cumplir las obligaciones del cargo y, entre ellas, está la de atender a los medios, no en tanto que tales medios, sino en cuanto que son la institución de la que se ha dotado la democracia para mantener informados a los ciudadanos. A ver si se entera. De lo contrario, va usted de culo.
Es más, con este ministro de Sanidad, los españoles vamos de culo, don Bernat.
martes, 29 de abril de 2008
NO PODEMOS, NO DEBEMOS, PERMANECER INDIFERENTES
Desaparece una niña en El Algarve y todo el mundo, incluído el Papa, se vuelca en la busqueda y en la ayuda a los padres. Y a todos nos parece lógico y razonable. Otra joven, algo más mayor, lleva desaparecida 24 años en pleno centro de la Europa más civilizada y a nadie parece importarle. La policía española reconoce que tiene abiertos decenas de casos de niños, jóvenes y adolescentes desaparecidos en los últimos 20 años. Expedientes que, en el mejor de los casos, se resolverán cuando una casualidad encaje las piezas. Los familiares suelen estar preocupados por un único binomio: vive o ha muerto. Pero, la realidad es que existen alternativas mucho más dramáticas, dolorosas, inhumanas, increibles.
Josef Fritzl, modélico padre y abuelo, ciudadano ejemplar en la muy ejemplar Austria, era y es un auténtico indeseable. El catálogo de su inhumanidad es tan amplio y completo como para poder suministrar información, él sólo, a un manual completo de parafilias. Dominante con su familia. Duro y tiránico según se va sabiendo ahora. Pedófilo y violador de su propia hija. Incestuoso confeso. Secuestrador, maltratador, impostor, carnicero. Capaz de dejar morir a sus hijo-nietos y de deshacerse de un cuerpecito de pocos días sin cambiar sus rutinas. ¿Qué más se podría decir de alguien con semejante catálogo?.
Estremece pensar en como era la vida en esa doble casa, con esa doble familia. Estremece más pensar que, al menos, esa situación se prolongó durante un cuarto de siglo sin que nadie notase nada. ¿Cómo es posible construir un duplex sin que nadie se percate?. ¿Cómo pueden vivir 4 ó 5 personas sin que nadie lo note?. Y estremece más aún pensar que algo parecido puede pasar en cualquier otro piso, casa, vivienda en cualquier otra parte del mundo. ¿Habrá más jóvenes secuestrados por sus familiares que, en el colmo de la crueldad, han denunciado su desaparición?. Es cruel pensar así, pero en estos momentos, resulta inevitable.
Los aforismos pueden cumplirse o no. En este caso, ese que dice que "quién bien te quiere te hará llorar" llega a su máxima expresión de realidad y crueldad. Creo que no queda nada claro lo que pienso de éste y de casos parecidos. Es cierto. No se que pensar. La sorpresa y la indignación se agolpan en mi cabeza sin dejarme claridad suficiente como para elaborar un pensamiento coherente.
Con gran escándalo de mis cercanos, siempre me he considerado un punto asocial. No me interesa demasiado la vida de mis vecinos y no quiero que ellos tengan demasiados datos de la mía. No tengo mayor interés, salvo el de la pura corrección y educación, en conocerlos y en que me conozcan. Procuro pasar desapercivido y no me interesa lo que ocurre en casa de cada quien. Las miles de personas que conviven en mi misma ciudad, en mi mismo edificio, me dan bastante igual. No les deseo nada malo. En realidad, no les deseo nada. Sólo exijo que no se metan en mi vida igual que yo no me meto en la suya. Pero cuando se conocen casos como el de Josef Fritzl no puedo evitar replantearme esta forma de pensar. Incluso con casos menos dramáticos también.
No podemos permanecer indiferentes. No debemos.
Josef Fritzl, modélico padre y abuelo, ciudadano ejemplar en la muy ejemplar Austria, era y es un auténtico indeseable. El catálogo de su inhumanidad es tan amplio y completo como para poder suministrar información, él sólo, a un manual completo de parafilias. Dominante con su familia. Duro y tiránico según se va sabiendo ahora. Pedófilo y violador de su propia hija. Incestuoso confeso. Secuestrador, maltratador, impostor, carnicero. Capaz de dejar morir a sus hijo-nietos y de deshacerse de un cuerpecito de pocos días sin cambiar sus rutinas. ¿Qué más se podría decir de alguien con semejante catálogo?.
Estremece pensar en como era la vida en esa doble casa, con esa doble familia. Estremece más pensar que, al menos, esa situación se prolongó durante un cuarto de siglo sin que nadie notase nada. ¿Cómo es posible construir un duplex sin que nadie se percate?. ¿Cómo pueden vivir 4 ó 5 personas sin que nadie lo note?. Y estremece más aún pensar que algo parecido puede pasar en cualquier otro piso, casa, vivienda en cualquier otra parte del mundo. ¿Habrá más jóvenes secuestrados por sus familiares que, en el colmo de la crueldad, han denunciado su desaparición?. Es cruel pensar así, pero en estos momentos, resulta inevitable.
Los aforismos pueden cumplirse o no. En este caso, ese que dice que "quién bien te quiere te hará llorar" llega a su máxima expresión de realidad y crueldad. Creo que no queda nada claro lo que pienso de éste y de casos parecidos. Es cierto. No se que pensar. La sorpresa y la indignación se agolpan en mi cabeza sin dejarme claridad suficiente como para elaborar un pensamiento coherente.
Con gran escándalo de mis cercanos, siempre me he considerado un punto asocial. No me interesa demasiado la vida de mis vecinos y no quiero que ellos tengan demasiados datos de la mía. No tengo mayor interés, salvo el de la pura corrección y educación, en conocerlos y en que me conozcan. Procuro pasar desapercivido y no me interesa lo que ocurre en casa de cada quien. Las miles de personas que conviven en mi misma ciudad, en mi mismo edificio, me dan bastante igual. No les deseo nada malo. En realidad, no les deseo nada. Sólo exijo que no se metan en mi vida igual que yo no me meto en la suya. Pero cuando se conocen casos como el de Josef Fritzl no puedo evitar replantearme esta forma de pensar. Incluso con casos menos dramáticos también.
No podemos permanecer indiferentes. No debemos.
miércoles, 23 de abril de 2008
COSAS DE CARTAS
Yo no soy jugador de cartas. Es más, no me gusta jugar a las cartas. Sólo, cuando jugaba de crio con mis abuelos, me reía un poco. Pero no me gustan las cartas. En la facultad no jugué nunca. Nunca he aprendido a jugas al mus, o al bridge, o al poker. Ni ganas que tengo. Como normal general, los jugadores de cartas, los que lo hacen por afición, por gusto y por pasión, me parecen falsos, embusteros, fanfarrones y malos perdedores.
Descargan toda su habilidad en disimular su juego, tratar de descubrir el del contrario y, en todo caso, ser más osado que el contrincante. Suelen ser personas solitarias, poco dadas a jugar en equipo y, cuando juegan en pareja, es porque no les queda más remedio (el juego manda). Pero no lo aceptan de buen grado y utilizan a su pareja como si fuese poco más que un subalterno. Peor para quien se deja someter.
Los jugadores de cartas, aunque sean mujeres, suelen tener un punto testosterónico muy acusado. Aquello de comer una y contar 20, o la mía es la más larga y la más grande, o te voy a meter de todo menos miedo. Fanfarroneo puro y duro que no va a ningún sitio más allá de palabras huecas. Hay pocas cosas tan lamentables como escuchar a personas adultas y supuestamente inteligentes hablando de sus partidas de mus o de poker y de como ganaron y/o engañaron al contrario.
Y casi lo peor de todo es que no pueden contenerse. Venga o no venga a cuento se lanzan al pavoneo. Es más, no se cortan a la hora de utilizar las cartas como simil sistemáticamente y no se dan cuenta de lo que tal comparación lleva implícita,... o sí.
Descargan toda su habilidad en disimular su juego, tratar de descubrir el del contrario y, en todo caso, ser más osado que el contrincante. Suelen ser personas solitarias, poco dadas a jugar en equipo y, cuando juegan en pareja, es porque no les queda más remedio (el juego manda). Pero no lo aceptan de buen grado y utilizan a su pareja como si fuese poco más que un subalterno. Peor para quien se deja someter.
Los jugadores de cartas, aunque sean mujeres, suelen tener un punto testosterónico muy acusado. Aquello de comer una y contar 20, o la mía es la más larga y la más grande, o te voy a meter de todo menos miedo. Fanfarroneo puro y duro que no va a ningún sitio más allá de palabras huecas. Hay pocas cosas tan lamentables como escuchar a personas adultas y supuestamente inteligentes hablando de sus partidas de mus o de poker y de como ganaron y/o engañaron al contrario.
Y casi lo peor de todo es que no pueden contenerse. Venga o no venga a cuento se lanzan al pavoneo. Es más, no se cortan a la hora de utilizar las cartas como simil sistemáticamente y no se dan cuenta de lo que tal comparación lleva implícita,... o sí.
viernes, 18 de abril de 2008
EL DEBATE DE LAS IDEAS
Abrir el debate de las ideas. Que loable y bello propósito. Es más, si repiten la frase verán que está cargada de peso y de interés. Abrir el debate de las ideas; abrir el debate de las ideas; abrir el debate de las ideas. Que menos se le puede pedir a un partido político que, entre otras cosas, trabaja con ideas para mejorar la sociedad a la que se debe.
El trabajado y cuidado discurso de Esperanza Aguirre en el Foro de ABC es una buena muestra de lo que tiene que ser una intervención política de calado. De esas que deberían proliferar en cualquier democracia sana y con futuro y que tan pocas veces se pueden degustar. Tiene razón la lideresa al no resignarse a esa supuesta superioridad moral de la izquierda. Si bien es cierto que hay ideas que son moralmente superiores a otras ideas, me niego a aceptar que, por el mero hecho de ser progresistas o de izquierdas, haya ideas moralmente mejores que otras.
No es menos cierto que la izquierda, no sólo en España, ha conseguido asentar la sensación de que sus principios llevan la bondad marcada a fuego mientras que, los principios de la derecha, o los principios liberales, tienen una carga de maldad intrínseca. Será; está siendo, de hecho; difícil descargar de ese lastre a ciertos valores. Pero a la derecha le cuesta mucho trabajo conducirse en esa dirección. Empiezan, incluso, por resistirse a aceptar que son, lo que son, derecha. Y que eso no es malo, o sectario, o despreciable en sí mismo.
Aguirre hizo un diagnóstico más que interesante y dedicó algunas horas a insistir en la necesidad de concentrar esfuerzos en esa línea. Pero, como suele pasar, en cuanto pasas el dedito por la superficie de su discurso aflora la realidad subyacente. Tiene claro, la preclara lideresa, que la socialdemocracia española prefiere a Rajoy al frente del PP. Y digo yo, ¿no es eso hablar de personas y no de ideas?. ¿Qué más da quien esté dirigiendo el partido si todos los afiliados han dado su respaldo claro, rotundo, inequívoco, a las ideas fuerza que se tienen que defender?.
Ay lideresa, lideresa, que se ha pasado usted de frenada. No me sorprende, la verdad. Estando, como estoy, seguro de que da usted un enorme valor a las ideas, no me sorprende tampoco que tenga usted en la cabeza nombres y apellidos, empezando por Aguirre, Esperanza. Tampoco me sorprende que sus fieles escoltas mediáticos hagan hincapié en sus afirmaciones sobre las preferencias de la socialdemocracia y "olviden" la importancia de su acto verbal fallido. Ni una ni los otros quieren soltar la liebre antes de tenerlo todo atado y bien atado, no vaya a ser que los nudos sean endebles y al final no haya segunda candidatura.
El trabajado y cuidado discurso de Esperanza Aguirre en el Foro de ABC es una buena muestra de lo que tiene que ser una intervención política de calado. De esas que deberían proliferar en cualquier democracia sana y con futuro y que tan pocas veces se pueden degustar. Tiene razón la lideresa al no resignarse a esa supuesta superioridad moral de la izquierda. Si bien es cierto que hay ideas que son moralmente superiores a otras ideas, me niego a aceptar que, por el mero hecho de ser progresistas o de izquierdas, haya ideas moralmente mejores que otras.
No es menos cierto que la izquierda, no sólo en España, ha conseguido asentar la sensación de que sus principios llevan la bondad marcada a fuego mientras que, los principios de la derecha, o los principios liberales, tienen una carga de maldad intrínseca. Será; está siendo, de hecho; difícil descargar de ese lastre a ciertos valores. Pero a la derecha le cuesta mucho trabajo conducirse en esa dirección. Empiezan, incluso, por resistirse a aceptar que son, lo que son, derecha. Y que eso no es malo, o sectario, o despreciable en sí mismo.
Aguirre hizo un diagnóstico más que interesante y dedicó algunas horas a insistir en la necesidad de concentrar esfuerzos en esa línea. Pero, como suele pasar, en cuanto pasas el dedito por la superficie de su discurso aflora la realidad subyacente. Tiene claro, la preclara lideresa, que la socialdemocracia española prefiere a Rajoy al frente del PP. Y digo yo, ¿no es eso hablar de personas y no de ideas?. ¿Qué más da quien esté dirigiendo el partido si todos los afiliados han dado su respaldo claro, rotundo, inequívoco, a las ideas fuerza que se tienen que defender?.
Ay lideresa, lideresa, que se ha pasado usted de frenada. No me sorprende, la verdad. Estando, como estoy, seguro de que da usted un enorme valor a las ideas, no me sorprende tampoco que tenga usted en la cabeza nombres y apellidos, empezando por Aguirre, Esperanza. Tampoco me sorprende que sus fieles escoltas mediáticos hagan hincapié en sus afirmaciones sobre las preferencias de la socialdemocracia y "olviden" la importancia de su acto verbal fallido. Ni una ni los otros quieren soltar la liebre antes de tenerlo todo atado y bien atado, no vaya a ser que los nudos sean endebles y al final no haya segunda candidatura.
miércoles, 16 de abril de 2008
LO QUE VA DEL "NO" AL "A VER COMO LO HACEMOS"
Hay que ver que facilidad tienen nuestros políticos para pasar del "Sí a todo", al "No a todo" y viceversa. Lo que en campaña era Sí, ahora puede ser No. Y lo que era No, ahora tiene todas las papeletas para ser Sí. Afirmaciones y negaciones que son tan rotundas como pintorescas, en los compañeros de viaje que generan.
Zapatero, como González en su momento, no dudó, en campaña, en decir que Trasvases, de entrada, No. Que No vamos. Que de trasvases nada. Entrados en primavera, empiezan a florecer los trasvases, y más que vendrán. Se explique como se explique un trasvase es un trasvase y me lo pintas del color que quieras... menos rosa, no vayamos a darle la razón a la careta del machismo.
Pero claro, llegan los trasvases y empiezan las alianzas contra natura. Los que se oponían al trasvase hacia levante ahora se alían con la parte de levante que sí quería el trasvase y que se queja de que el agua sólo vaya al granero... al granero electoral del PSOE, claro. El agua ha puesto de acuerdo a Aragón, Murcia y Valencia, manda huevos. Todos contra Barcelona. Esta vez no es Cataluña el ogro, es sólo Barcelona.
Y digo yo, cuanto mejor sería que se pusieran de acuerdo en como se comparte el agua y no en decir que No cada vez que se habla de ella. Ya que estamos hablando de la legislatura de los consensos y ya que el PSOE empieza a superar su interesado y parcial rechazo a los trasvases, a ver si se ponen a hablar también de compartir el agua y, hablando hablando, se ponen de acuerdo. Todos se lo agradeceremos.
Zapatero, como González en su momento, no dudó, en campaña, en decir que Trasvases, de entrada, No. Que No vamos. Que de trasvases nada. Entrados en primavera, empiezan a florecer los trasvases, y más que vendrán. Se explique como se explique un trasvase es un trasvase y me lo pintas del color que quieras... menos rosa, no vayamos a darle la razón a la careta del machismo.
Pero claro, llegan los trasvases y empiezan las alianzas contra natura. Los que se oponían al trasvase hacia levante ahora se alían con la parte de levante que sí quería el trasvase y que se queja de que el agua sólo vaya al granero... al granero electoral del PSOE, claro. El agua ha puesto de acuerdo a Aragón, Murcia y Valencia, manda huevos. Todos contra Barcelona. Esta vez no es Cataluña el ogro, es sólo Barcelona.
Y digo yo, cuanto mejor sería que se pusieran de acuerdo en como se comparte el agua y no en decir que No cada vez que se habla de ella. Ya que estamos hablando de la legislatura de los consensos y ya que el PSOE empieza a superar su interesado y parcial rechazo a los trasvases, a ver si se ponen a hablar también de compartir el agua y, hablando hablando, se ponen de acuerdo. Todos se lo agradeceremos.
HAGAN SUS APUESTAS
Hoy abre la primera casa de apuestas legal en Madrid. Pues muy bien. Los españoles somos jugadores por naturaleza. No yo, que como en tantas cosas "desencajo" del perfil del español. Pero las cifras cantan. Los españoles jugamos a la Loteria, a la Quiniela, a los ciegos, a la Bono Loto, a la ruleta,... a todo lo que se nos ponga por delante. No se si es por ganar dinero, por el riesgo, por la emoción o por que somos todos gilipollas, pero nos encanta jugar.
El momento de poner en marcha esta casa de apuestas es especialmente oportuno. De momento, parece que sólo se van a ocupar de apuestas deportivos pero estoy seguro, sería capaz de apostar por ello, que más pronto que tarde admitirán apuestas de todo tipo. Por ejemplo, apuestas sobre cuanto aguantará una ministra o ministro en su puesto. Por ejemplo, cuanto tardará Zapatero en afirmar, en sede parlamentaria incluso, que los trasvases son progresistas y socialistas. Por ejemplo, quien será el próximo varilarguero de Pe. Por ejemplo, quién le tapará la bocaza con acuarelas rosas al renuevo primer ministro italiano.
Esperanza Aguirre presumiendo de abrir el debate de las ideas y de no resignarse a que la izquierda defienda con desparpajo sus principios (con elaborado discurso de por medio) y este individuo lleva haciendo bandera de sus ideas y de sus principios desde hace años y no pasa nada. Bueno, si pasa, que ya ha sido tres veces ministro y, según Felipe Sahagún, será Presidente de la República en 2013.
A mis tiernos 11 años, vi al entrañable Sandro Pertini dando saltos de jolgorio en el palco del Bernabéu con el tercer título mundial de Italia. Ahora, no puedo dejar de imaginarme, dentro de cuatro o cinco años, a otro anciano, mucho más cuidado fisicamente, dando los mismos saltos de jolgorio cuando ve a una moza de esas que enseñan anatomía en sus canales de televisión y en sus residencias privadas. Silvito ha hecho fortuna sobre dos grandes pilares, sus relaciones con la mafia y las redondas tetas siliconadas de las jovencitas italianas. Y lo mejor de todo es que no lo oculta.
Me recuerda mucho a Larry Flynt, el magnate de Hustler que presumía sin pudor de ser un salido bien superada la pubertad a base de poner a la sociedad americana ante sus contradicciones sexuales y de moral. Berlusconi hace algo parecido. Pero, entre otras muchas cosas, lo que va de Estados Unidos a Italia es lo que va de un país que tiene a los payasos y a los salidos en el circo y en las revistas y otro que los tiene en el gobierno un día sí otro también.
Cuando la ultraderecha austriaca formó coalición de gobierno en Austria, la UE aplicó una cierta marginación al gobierno de Viena durante meses, en muestra de disconformidad. Ahora, con los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina, todo son propuestas de boicot al régimen de Pekín. Pero cuando un chisgarabís millonario metido a primer ministro por la fuerza de los euros se pasa la mitad de la legislatura con comportamientos más propios de estudiantes de primaria de la LOGSE que de su edad, tan avanzada como estirada en el quirófano, todo son parabienes.
La hipocresía sigue sumando. Y si no, hagan sus apuestas.
El momento de poner en marcha esta casa de apuestas es especialmente oportuno. De momento, parece que sólo se van a ocupar de apuestas deportivos pero estoy seguro, sería capaz de apostar por ello, que más pronto que tarde admitirán apuestas de todo tipo. Por ejemplo, apuestas sobre cuanto aguantará una ministra o ministro en su puesto. Por ejemplo, cuanto tardará Zapatero en afirmar, en sede parlamentaria incluso, que los trasvases son progresistas y socialistas. Por ejemplo, quien será el próximo varilarguero de Pe. Por ejemplo, quién le tapará la bocaza con acuarelas rosas al renuevo primer ministro italiano.
Esperanza Aguirre presumiendo de abrir el debate de las ideas y de no resignarse a que la izquierda defienda con desparpajo sus principios (con elaborado discurso de por medio) y este individuo lleva haciendo bandera de sus ideas y de sus principios desde hace años y no pasa nada. Bueno, si pasa, que ya ha sido tres veces ministro y, según Felipe Sahagún, será Presidente de la República en 2013.
A mis tiernos 11 años, vi al entrañable Sandro Pertini dando saltos de jolgorio en el palco del Bernabéu con el tercer título mundial de Italia. Ahora, no puedo dejar de imaginarme, dentro de cuatro o cinco años, a otro anciano, mucho más cuidado fisicamente, dando los mismos saltos de jolgorio cuando ve a una moza de esas que enseñan anatomía en sus canales de televisión y en sus residencias privadas. Silvito ha hecho fortuna sobre dos grandes pilares, sus relaciones con la mafia y las redondas tetas siliconadas de las jovencitas italianas. Y lo mejor de todo es que no lo oculta.
Me recuerda mucho a Larry Flynt, el magnate de Hustler que presumía sin pudor de ser un salido bien superada la pubertad a base de poner a la sociedad americana ante sus contradicciones sexuales y de moral. Berlusconi hace algo parecido. Pero, entre otras muchas cosas, lo que va de Estados Unidos a Italia es lo que va de un país que tiene a los payasos y a los salidos en el circo y en las revistas y otro que los tiene en el gobierno un día sí otro también.
Cuando la ultraderecha austriaca formó coalición de gobierno en Austria, la UE aplicó una cierta marginación al gobierno de Viena durante meses, en muestra de disconformidad. Ahora, con los Juegos Olímpicos a la vuelta de la esquina, todo son propuestas de boicot al régimen de Pekín. Pero cuando un chisgarabís millonario metido a primer ministro por la fuerza de los euros se pasa la mitad de la legislatura con comportamientos más propios de estudiantes de primaria de la LOGSE que de su edad, tan avanzada como estirada en el quirófano, todo son parabienes.
La hipocresía sigue sumando. Y si no, hagan sus apuestas.
lunes, 14 de abril de 2008
IGUALDAD PARA QUÉ
Vaya por delante que si alguien tenía alguna duda, cuando lea este post va a tener claro que soy un sectario. Eso, en el mejor de los casos. Habrá, incluso, quien crea que soy un fascista, un machista, un retrógrado, un... Me da lo mismo. No me considero ninguna de esas cosas ni otras lindezas parecidas y creo tener derecho a manifestar mi opinión, aunque sea amparado en el anonimato de este mi blog.
Nada que ver con el desparpajo que demuestra, en el suyo, la nueva ministra de Igualdad, Bibiana Aido. El suyo Amanece en Cádiz está mucho mejor diseñado, más completo y, sobre todo, ella no tiene que ocultarse para opinar. Espero que desde su ministerio, recién creado, se haga algo por evitar está como otras disfunciones. Sí amigos míos, sí. En este país todavía hay demasiados casos en los que no es lo mismo según que se opine.
Cualquier crítica a una mujer, a su quehacer, a su labor, a su comportamiento, a su vestimenta,... es visto como un síntoma de machismo o de antifeminismo. ¡Qué lástima!. Quizás nuestra Bibiana Aido podría empezar por ahí. Cualquier español puede criticar el nombramiento de cualquier ministro. Va de suyo. Pero si alguno criticamos a las ministras es que tenemos un poso antiguo. Acepto que en no pocas ocasiones, las críticas a las ministras rezuman machismo mal disimulado; que se cae en las bromas facilonas y masculinas que debemos desterrar cuanto antes; que muchas de las críticas o simples comentarios que se están lanzando contra la llegada de Carmen Chacón a Defensa no se sostienen desde un punto de vista lógico y racional. Pero, aceptado todo eso, me niego a aceptar que no se pueda criticar a las ministras. Si somos iguales, y yo no lo creo, veda abierta para la crítica.
No, no creo que seamos iguales. No ya mujeres y hombres. Sino los hombres entre nosotros y las mujeres entre ellas. Afortunadamente no somos iguales y yo no quiero que seamos iguales. Eso no tiene nada que ver con supuestas discriminaciones. Para nada. Siempre he trabajado con mujeres. Me han mandado mujeres. He mandado a mujeres. He tenido y tengo excelentes colaboradoras y colaboradores. He sufrido mujeres torpes y hombres igual de torpes. Pero todos , ellos, ellas y yo, eramos y somos diferentes.
Que manía tienen algunos con la igualdad. Voy a poner un ejemplo sencillo. Yo hecho muchas horas en el trabajo. Mi mujer, mis amigos, las personas que me quieren bien, dicen que demasiadas horas. Probablemente tiene que ver con que me gusta mi trabajo y disfruto haciéndolo. Pero, seguro que también hay un componente de que no soy todo lo bueno que creo que soy y necesito más tiempo que otras personas para desarrollarlo como creo que se tiene que hacer. He tenido compañeros y compañeros de trabajo que, para la misma labor, necesitan echar menos horas o que se organizan mejor el tiempo y no por ello trabajan peor o tienen peores resultados. Todo lo contrario. Son brillantes en su labor.
¿Por qué tenemos que ser iguales o dedicarle el mismo tiempo?. Si hay una mujer que lo hace igual o mejor que yo, pero en menos tiempo, pues mejor para ella y para el resultado final. No seré yo quien diga que se tiene que quedar más horas sólo porque yo soy más lento o más torpe.
Entiendo que se me dirá que el tema de la Igualdad no va por ahí, sino porque ellas tengan las mismas oportunidades que yo. Lo acepto, pero esa cuestión no se soluciona creando un ministerio de Igualdad. He conocido a muchos hombres que siguen teniendo, como primer criterio a la hora de contratar a una mujer, el hecho de comprobar si está buena o no. Eso si es machismo y contra eso, no vale de nada un ministerio de Igualdad. Lo que funciona en esos casos es mandar a esos individuos a la granja de la que nunca debieron salir. Otros, también conozco casos, no las ven con los mismo ojos. Simplemente piensan que nunca deberían haber salido del paritorio y de la cocina de casa.
Contra esos casos, me valdría un ejemplo parecido. Mandémolos a su hogar a hacerse cargo de él. De tener la casa a punto, de hacer las tareas normales en cualquier casa. Sólo con eso, sin tener que trabajar fuera de casa, la inmensa mayoría de los hombres, también de las nuevas generaciones, se morirían antes de cumplir los seis meses. No sabrían ni por donde empezar. Esto, además, nos confirma que no somos iguales. Espero que quede claro mi parecer, aunque sólo sea para unos pocos. La mayoría que me siga tachado de machista, fascista, retrógrado,... merece mis más absoluto desprecio.
Tras todo lo dicho, me gustaría dejar un apunte sobre una de las principales novedades del nuevo gobierno. El nombramiento de Carmen Chacón como ministra de Defensa me llena de dudas. No porque sea mujer, no porque esté embarazada, no porque sea pacifista o no haya hecho la mili. Hemos tenido ministros de Defensa que no eran especialmente belicosos ni habían hecho la mili. Me preocupa su inexperiencia. No su juventud, su inexperiencia.
Ha gestionado más bien poco, por no decir nada. Ha dirigido equipos pequeños, en comparación con lo que es un ministerio y Defensa es una cartera compleja. Que conste que sólo planteo mis dudas, no la critico sin más. Creo que tiene algunos valores a priori como para marcar una etapa interesante, pero necesitará ayuda y suerte para que cuaje. Y uno de los elementos que más me inquieta es la disfunción que existe entre una persona que tiene tendencia natural a los medios y una cartera que es, necesariamente, discreta.
Ejemplos tenemos de lo que pasa cuando una persona con afán de notoriedad pública llega a este ministerio. Ejemplos que mejor sería olvidar. Por eso, sólo me permito decir que Chacón debería pensar en personas como su antecesor, José Antonio Alonso, o Alberto Oliart, o el mismo Narcís Serra, y hacer de ellos un ejemplo a seguir. Si logra aunar esa misma discreción con su probada capacidad política, Chacón hará historia y no sólo por el mero hecho de ser la primera mujer ministra de Defensa. Suerte!
Nada que ver con el desparpajo que demuestra, en el suyo, la nueva ministra de Igualdad, Bibiana Aido. El suyo Amanece en Cádiz está mucho mejor diseñado, más completo y, sobre todo, ella no tiene que ocultarse para opinar. Espero que desde su ministerio, recién creado, se haga algo por evitar está como otras disfunciones. Sí amigos míos, sí. En este país todavía hay demasiados casos en los que no es lo mismo según que se opine.
Cualquier crítica a una mujer, a su quehacer, a su labor, a su comportamiento, a su vestimenta,... es visto como un síntoma de machismo o de antifeminismo. ¡Qué lástima!. Quizás nuestra Bibiana Aido podría empezar por ahí. Cualquier español puede criticar el nombramiento de cualquier ministro. Va de suyo. Pero si alguno criticamos a las ministras es que tenemos un poso antiguo. Acepto que en no pocas ocasiones, las críticas a las ministras rezuman machismo mal disimulado; que se cae en las bromas facilonas y masculinas que debemos desterrar cuanto antes; que muchas de las críticas o simples comentarios que se están lanzando contra la llegada de Carmen Chacón a Defensa no se sostienen desde un punto de vista lógico y racional. Pero, aceptado todo eso, me niego a aceptar que no se pueda criticar a las ministras. Si somos iguales, y yo no lo creo, veda abierta para la crítica.
No, no creo que seamos iguales. No ya mujeres y hombres. Sino los hombres entre nosotros y las mujeres entre ellas. Afortunadamente no somos iguales y yo no quiero que seamos iguales. Eso no tiene nada que ver con supuestas discriminaciones. Para nada. Siempre he trabajado con mujeres. Me han mandado mujeres. He mandado a mujeres. He tenido y tengo excelentes colaboradoras y colaboradores. He sufrido mujeres torpes y hombres igual de torpes. Pero todos , ellos, ellas y yo, eramos y somos diferentes.
Que manía tienen algunos con la igualdad. Voy a poner un ejemplo sencillo. Yo hecho muchas horas en el trabajo. Mi mujer, mis amigos, las personas que me quieren bien, dicen que demasiadas horas. Probablemente tiene que ver con que me gusta mi trabajo y disfruto haciéndolo. Pero, seguro que también hay un componente de que no soy todo lo bueno que creo que soy y necesito más tiempo que otras personas para desarrollarlo como creo que se tiene que hacer. He tenido compañeros y compañeros de trabajo que, para la misma labor, necesitan echar menos horas o que se organizan mejor el tiempo y no por ello trabajan peor o tienen peores resultados. Todo lo contrario. Son brillantes en su labor.
¿Por qué tenemos que ser iguales o dedicarle el mismo tiempo?. Si hay una mujer que lo hace igual o mejor que yo, pero en menos tiempo, pues mejor para ella y para el resultado final. No seré yo quien diga que se tiene que quedar más horas sólo porque yo soy más lento o más torpe.
Entiendo que se me dirá que el tema de la Igualdad no va por ahí, sino porque ellas tengan las mismas oportunidades que yo. Lo acepto, pero esa cuestión no se soluciona creando un ministerio de Igualdad. He conocido a muchos hombres que siguen teniendo, como primer criterio a la hora de contratar a una mujer, el hecho de comprobar si está buena o no. Eso si es machismo y contra eso, no vale de nada un ministerio de Igualdad. Lo que funciona en esos casos es mandar a esos individuos a la granja de la que nunca debieron salir. Otros, también conozco casos, no las ven con los mismo ojos. Simplemente piensan que nunca deberían haber salido del paritorio y de la cocina de casa.
Contra esos casos, me valdría un ejemplo parecido. Mandémolos a su hogar a hacerse cargo de él. De tener la casa a punto, de hacer las tareas normales en cualquier casa. Sólo con eso, sin tener que trabajar fuera de casa, la inmensa mayoría de los hombres, también de las nuevas generaciones, se morirían antes de cumplir los seis meses. No sabrían ni por donde empezar. Esto, además, nos confirma que no somos iguales. Espero que quede claro mi parecer, aunque sólo sea para unos pocos. La mayoría que me siga tachado de machista, fascista, retrógrado,... merece mis más absoluto desprecio.
Tras todo lo dicho, me gustaría dejar un apunte sobre una de las principales novedades del nuevo gobierno. El nombramiento de Carmen Chacón como ministra de Defensa me llena de dudas. No porque sea mujer, no porque esté embarazada, no porque sea pacifista o no haya hecho la mili. Hemos tenido ministros de Defensa que no eran especialmente belicosos ni habían hecho la mili. Me preocupa su inexperiencia. No su juventud, su inexperiencia.
Ha gestionado más bien poco, por no decir nada. Ha dirigido equipos pequeños, en comparación con lo que es un ministerio y Defensa es una cartera compleja. Que conste que sólo planteo mis dudas, no la critico sin más. Creo que tiene algunos valores a priori como para marcar una etapa interesante, pero necesitará ayuda y suerte para que cuaje. Y uno de los elementos que más me inquieta es la disfunción que existe entre una persona que tiene tendencia natural a los medios y una cartera que es, necesariamente, discreta.
Ejemplos tenemos de lo que pasa cuando una persona con afán de notoriedad pública llega a este ministerio. Ejemplos que mejor sería olvidar. Por eso, sólo me permito decir que Chacón debería pensar en personas como su antecesor, José Antonio Alonso, o Alberto Oliart, o el mismo Narcís Serra, y hacer de ellos un ejemplo a seguir. Si logra aunar esa misma discreción con su probada capacidad política, Chacón hará historia y no sólo por el mero hecho de ser la primera mujer ministra de Defensa. Suerte!
jueves, 10 de abril de 2008
LOS CONGRESOS NO SON MELONES
Veo las imágenes del Debate de Investidura y no puedo dejar de pensar que las cosas son como son y no como parece que son. En segunda y tercera fila de la bancada popular se puede ver a varios ex-ministros, a ex-secretarios de estado, a ex-empresarios de postín,... Y en la primera línea a neonatos políticos que, en algunos casos, han evitado la incubadora por los pelos. Me acuerdo entonces de esa famosa fotografía en la que se podía ver a unos jóvenes Aznar, Rato, Cascos,... en las butacas del gallinero observando ansiosos. Como diciendo o pensando, ya llegará nuestro turno.
En esas estoy cuando, en la llamada al voto oigo Cipriá Ciscar. Respingo, miro, me repongo. Coño, si sigue en el congreso el de la escarola cana en la cabeza. Aquel que fue mandamás en el PSOE relevando a otro que sigue en el Congreso, el Txikilicuatre Benegas. Hubo un tiempo en el que una palabra suya (de uno y de otro, según la época) bastaba para condenarte. Y mi cabeza no para. Hoy mismo he leído que Caldera podría quedarse fuera del Gobierno. ¿Cómo es posible, me pregunto, que se quede fuera un amigo, un fiel escudero del presidente, la persona elegida para redactar el programa con el que Zapatero ha renovado mayoría?. Por pensar, que no sea. Y digo, Caldera sustituto de Blanco en la ssecretaria de Organización del PSOE en el Congreso de verano.
¡Que verano nos espera!. Congreso en el PP, congreso en ERC, congreso en el PSOE, asamblea en IU... No vamos a conocer los partidos cuando volvamos de la playa. Pocas veces unas elecciones habrán producido un cataclismo similar en los partidos políticos. Que IU y ERC tengan movida tiene su lógica. Pero lo del PP se entiende menos. Menos salvo que nos remontemos al 29 de mayo del año pasado.
Por entonces, en el Foro de ABC (lo que da de sí el centenario diario monárquico) Gallardón se ofreció a Rajoy para ir en las listas. Un pequeño paso para el Alcalde pero un gran paso para la Presidenta Regional. Esperanza Aguirre fue tomando posiciones lenta pero inexorablemente. Fue marcando zonas, recordando precedentes, lanzando mensajes,... Por si o por los suyos. Gallardón no se quedó atrás y se llegó a enero de este año cuando, más forzado que por convicción, Rajoy dio un tardío y descolocado puñetazo sobre la mesa. Fue lo que fue pero nadie se lo tomó en serio. Y menos que nadie Aguirre y Gallardón. Se colgaron los cuadros con esparadrapo y ya se sabe que esa no es solución duradera.
Tras las elecciones, cada líder, liderito, pseudo líder o pitufo con aspiraciones busca un micro con la voluntad de mostrar su parecer. Que suele ir, exactamente, en la línea de garantizarse su propio sustento. La cuestión es que se está subiendo el nivel a pasos agigantados. Claro, ya no basta con decir que se apoya tal o cual opción. Hay que decir alguna barrabasada del otro, del contrario. Por otra parte, la filtración interesada de que Gallardón puede ir de Secretario General en el equipo de Rajoy ha dejado al único candidato oficial a presidente del PP casi fuera de juego. El cruce de declaraciones tiene dos protagonistas casi únicos: Aguirre y Gallardón.
Viendo, oyendo y leyendo las declaraciones me acuerdo de Rose Nylund, uno de los personajes de la entrañable serie de los 80 "Las chicas de oro". En uno de los capítulos, tras una discusión muy, pero que muy subida de tono entre las otras protagonistas, la inefable Rose Nylund dice "será mejor que lo dejéis, chicas, antes de que digáis algo ofensivo". Están casi al borde del precipicio, pero todavía pueden dejarlo, los del PP, antes de decirse algo ofensivo.
Pero, sobre todo, no se les olvide una cosa. Como ya dijo Rajoy, si sólo hay un candidato se hablará de un Congreso a la búlgara y sí hay más de uno se dirá que el PP es un partido dividido. Si, habiendo un sólo candidato, la discusión ideológica de fondo es intensa, parecerá que se cierra en falso. Si hay más de un candidato, el PP podría mirar para el PSOE de 2000. De los cuatro candidatos a secretario general que hubo aquella vez, una está aparcada en la Asamblea de Madrid, los otros tres están en el Congreso, uno de institucional figura tras un amago de retiro, otra enfrentada a muerte en su partido y jaleada por algunos medios interesados y el cuarto, sólo el cuarto está donde quería, de presidente. Y, curiosamente, es el que ganó aquel Congreso a cuatro.
¡Que cosas!. Y es que, ya se sabe, los congresos no son como melones. No hace falta abrirlos para saber como van a salir. Antes de empezarlos se les ve venir.
En esas estoy cuando, en la llamada al voto oigo Cipriá Ciscar. Respingo, miro, me repongo. Coño, si sigue en el congreso el de la escarola cana en la cabeza. Aquel que fue mandamás en el PSOE relevando a otro que sigue en el Congreso, el Txikilicuatre Benegas. Hubo un tiempo en el que una palabra suya (de uno y de otro, según la época) bastaba para condenarte. Y mi cabeza no para. Hoy mismo he leído que Caldera podría quedarse fuera del Gobierno. ¿Cómo es posible, me pregunto, que se quede fuera un amigo, un fiel escudero del presidente, la persona elegida para redactar el programa con el que Zapatero ha renovado mayoría?. Por pensar, que no sea. Y digo, Caldera sustituto de Blanco en la ssecretaria de Organización del PSOE en el Congreso de verano.
¡Que verano nos espera!. Congreso en el PP, congreso en ERC, congreso en el PSOE, asamblea en IU... No vamos a conocer los partidos cuando volvamos de la playa. Pocas veces unas elecciones habrán producido un cataclismo similar en los partidos políticos. Que IU y ERC tengan movida tiene su lógica. Pero lo del PP se entiende menos. Menos salvo que nos remontemos al 29 de mayo del año pasado.
Por entonces, en el Foro de ABC (lo que da de sí el centenario diario monárquico) Gallardón se ofreció a Rajoy para ir en las listas. Un pequeño paso para el Alcalde pero un gran paso para la Presidenta Regional. Esperanza Aguirre fue tomando posiciones lenta pero inexorablemente. Fue marcando zonas, recordando precedentes, lanzando mensajes,... Por si o por los suyos. Gallardón no se quedó atrás y se llegó a enero de este año cuando, más forzado que por convicción, Rajoy dio un tardío y descolocado puñetazo sobre la mesa. Fue lo que fue pero nadie se lo tomó en serio. Y menos que nadie Aguirre y Gallardón. Se colgaron los cuadros con esparadrapo y ya se sabe que esa no es solución duradera.
Tras las elecciones, cada líder, liderito, pseudo líder o pitufo con aspiraciones busca un micro con la voluntad de mostrar su parecer. Que suele ir, exactamente, en la línea de garantizarse su propio sustento. La cuestión es que se está subiendo el nivel a pasos agigantados. Claro, ya no basta con decir que se apoya tal o cual opción. Hay que decir alguna barrabasada del otro, del contrario. Por otra parte, la filtración interesada de que Gallardón puede ir de Secretario General en el equipo de Rajoy ha dejado al único candidato oficial a presidente del PP casi fuera de juego. El cruce de declaraciones tiene dos protagonistas casi únicos: Aguirre y Gallardón.
Viendo, oyendo y leyendo las declaraciones me acuerdo de Rose Nylund, uno de los personajes de la entrañable serie de los 80 "Las chicas de oro". En uno de los capítulos, tras una discusión muy, pero que muy subida de tono entre las otras protagonistas, la inefable Rose Nylund dice "será mejor que lo dejéis, chicas, antes de que digáis algo ofensivo". Están casi al borde del precipicio, pero todavía pueden dejarlo, los del PP, antes de decirse algo ofensivo.
Pero, sobre todo, no se les olvide una cosa. Como ya dijo Rajoy, si sólo hay un candidato se hablará de un Congreso a la búlgara y sí hay más de uno se dirá que el PP es un partido dividido. Si, habiendo un sólo candidato, la discusión ideológica de fondo es intensa, parecerá que se cierra en falso. Si hay más de un candidato, el PP podría mirar para el PSOE de 2000. De los cuatro candidatos a secretario general que hubo aquella vez, una está aparcada en la Asamblea de Madrid, los otros tres están en el Congreso, uno de institucional figura tras un amago de retiro, otra enfrentada a muerte en su partido y jaleada por algunos medios interesados y el cuarto, sólo el cuarto está donde quería, de presidente. Y, curiosamente, es el que ganó aquel Congreso a cuatro.
¡Que cosas!. Y es que, ya se sabe, los congresos no son como melones. No hace falta abrirlos para saber como van a salir. Antes de empezarlos se les ve venir.
martes, 8 de abril de 2008
EL UNO Y EL OTRO
Nadie dijo que fuera fácil, pero les va a costar. Ni uno ni otro querían ser demasiado explícitos en su aproximación. Ni uno ni otro querían parecer el primero en tender la mano. Ni uno ni otro estaban dispuestos a ser tachados de blandos. Cuando se trata de ponerse tiesos, uno y otro corren para colgarse esa medalla, pero para cesar en las hostilidades prefieren matizarlo mucho y tomarse su tiempo.
Zapatero y Rajoy han demostrado que no se les da nada bien lo de ir por la vereda del acuerdo y de la política razonable. Y eso que tal camino suele ser más fácil de transitar y más provechoso para quien está en el poder que para quien está en la oposición. Zapatero y Rajoy presumen ritualmente de ser personas avaladas por su capacidad de diálogo, de negociación y de acuerdo. Uno y otro apelan a su pasado político para respaldar tal presunción. Pero al uno y al otro les está costando y les va a costar pasar de las palabras a los hechos esta legislatura.
Bastaron horas 24 para pasar de las musas al teatro, pero serán necesarias varias semanas, sino meses, para pasar del "y tu más" al "juntos podemos". Cuando Aznar estaba asentado en la mayoría absoluta y sin aspiraciones ni propósitos de renovar mandato y Zapatero era poco más que un recién llegado, el entonces presidente del Gobierno le dijo al bisoño jefe de la oposición que tenían todo a favor para llevarse bien y entenderse. Ambos no se iban a enfrentar nunca en las urnas. No tenían condicionantes pasados ni futuros. Era lógica la afirmación de Aznar.
Al principio se produjeron acuerdos, pero pronto se superó esa fase y se cayó en la tradicional tensión entre gobierno y oposición. Zapatero y Rajoy se conocen de lejos. Vienen de estar uno en el Gobierno y otro en la oposición y viceversa. Vienen de enfrentarse dos veces en las urnas y parece que volverán a verse las caras en Comicios City por un puñado de votos. Así pues, tendrán que hacer un esfuerzo por entenderse, si es que de verdad tienen una voluntad firme.
Un esfuerzo que tampoco es nuevo. El mismo PSOE y el mismo PP lo hicieron, desde idénticas posiciones para el último pacto autonómico en los primeros 90. Precisamente fue Rajoy el encargado de llevar, por entonces, la negociación. Es sólo un caso que desmiente la acusación del en funciones de que al PP le cuesta llegar a acuerdos cuando está en la oposición. Es más, sin discutir la voluntad y/o la capacidad de Zapatero para llegar a acuerdos, es un hecho que, desde el Gobierno, le cuesta mucho más.
Siempre que repasa su voluntad de consenso, tiene que recurrir a casos de cuando estaba en la oposición. Quizás para que no le recuerden que, en el Gobierno, cada vez que ha acordado algo, no han pasado demasiadas semanas antes de que su interlocutor le echase en cara que le había engañado. No prejuzguemos, pero no puede extrañarnos la desconfianza acumulada por Rajoy, que tiene otros defectos pero nadie le ha echado en cara que cuando acuerda algo, falte a la palabra dada. No es de extrañar que Rajoy vaya con pies de plomo. Tiene mucho más que perder que que ganar. También dentro de sus propias filas. Así son y así están las cosas.
Zapatero y Rajoy han demostrado que no se les da nada bien lo de ir por la vereda del acuerdo y de la política razonable. Y eso que tal camino suele ser más fácil de transitar y más provechoso para quien está en el poder que para quien está en la oposición. Zapatero y Rajoy presumen ritualmente de ser personas avaladas por su capacidad de diálogo, de negociación y de acuerdo. Uno y otro apelan a su pasado político para respaldar tal presunción. Pero al uno y al otro les está costando y les va a costar pasar de las palabras a los hechos esta legislatura.
Bastaron horas 24 para pasar de las musas al teatro, pero serán necesarias varias semanas, sino meses, para pasar del "y tu más" al "juntos podemos". Cuando Aznar estaba asentado en la mayoría absoluta y sin aspiraciones ni propósitos de renovar mandato y Zapatero era poco más que un recién llegado, el entonces presidente del Gobierno le dijo al bisoño jefe de la oposición que tenían todo a favor para llevarse bien y entenderse. Ambos no se iban a enfrentar nunca en las urnas. No tenían condicionantes pasados ni futuros. Era lógica la afirmación de Aznar.
Al principio se produjeron acuerdos, pero pronto se superó esa fase y se cayó en la tradicional tensión entre gobierno y oposición. Zapatero y Rajoy se conocen de lejos. Vienen de estar uno en el Gobierno y otro en la oposición y viceversa. Vienen de enfrentarse dos veces en las urnas y parece que volverán a verse las caras en Comicios City por un puñado de votos. Así pues, tendrán que hacer un esfuerzo por entenderse, si es que de verdad tienen una voluntad firme.
Un esfuerzo que tampoco es nuevo. El mismo PSOE y el mismo PP lo hicieron, desde idénticas posiciones para el último pacto autonómico en los primeros 90. Precisamente fue Rajoy el encargado de llevar, por entonces, la negociación. Es sólo un caso que desmiente la acusación del en funciones de que al PP le cuesta llegar a acuerdos cuando está en la oposición. Es más, sin discutir la voluntad y/o la capacidad de Zapatero para llegar a acuerdos, es un hecho que, desde el Gobierno, le cuesta mucho más.
Siempre que repasa su voluntad de consenso, tiene que recurrir a casos de cuando estaba en la oposición. Quizás para que no le recuerden que, en el Gobierno, cada vez que ha acordado algo, no han pasado demasiadas semanas antes de que su interlocutor le echase en cara que le había engañado. No prejuzguemos, pero no puede extrañarnos la desconfianza acumulada por Rajoy, que tiene otros defectos pero nadie le ha echado en cara que cuando acuerda algo, falte a la palabra dada. No es de extrañar que Rajoy vaya con pies de plomo. Tiene mucho más que perder que que ganar. También dentro de sus propias filas. Así son y así están las cosas.
CAMINO CON MAPA Y BRÚJULA
Acaba de decir Soraya que en el debate de hoy, quien se examina es Zapatero, no Rajoy. Es cierto. Tan cierto que resulta sorprendente que todo un portavoz parlamentario se vea en la necesidad de recordárnoslo. Pero claro, las cosas van como van y, en ocasiones, hay que solemnizar lo obvio.
Pero, como soy claramente incorrecto, me voy a permitir discrepar de Soraya. Enmendarle la plana, incluso. Un examen también pasa Rajoy, en esta sesión de investidura. Para ser exactos, empezó a pasarlo el lunes, cuando Esperanza Aguirre hizo todo un discurso programático en el Foro de ABC.
Tan importante es dicho discurso que bien se puede considerar que, por primera vez, la respuesta de la oposición, al discurso de investidura, se produce antes incluso de que el candidato exponga sus planes para la investidura. Aguirre fijo las posiciones de su partido. Las que ella considera que tienen que ser las posiciones de su partido, de cara a la legislatura que empieza a salir de la cuna.
Sólo hay un ligero problema. Aguirre no es, de momento, la persona que tiene que fijar la posición de su partido en los grandes temas políticos. Mucho menos a la hora de fijar las líneas estratégicas de la oposición. No es menos cierto que buena parte de la oposición más firme y más sólida a Zapatero, durante los pasados cuatro años, ha venido de Esperanza Aguirre. Pero ahora, las circunstancias son otras.
El PP está en pleno proceso de replanteamiento y, sólo después de su Congreso Nacional se establecerán las grandes líneas que fijarán su acción de oposición durante estos cuatro años. Pero claro, Aguirre a tomado la delantera al establecer la esencia de todo un replanteamiento político y estratégico que, parece, quiere llevar a dicho Congreso Nacional del PP para buscar el respaldo de los militantes. Es legítimo, incluso puede ser lógico, pero tal replanteamiento obliga a que haya una candidatura alternativa.
Aguirre se ha mostrado dispuesta (no lo ha descartado, por lo menos) a ser ese candidato alternativo. Pero surge una disfunción inevitable. Si se respalda esa nueva línea pero se mantiene al presidente del partido, Aguirre habrá perdido su posibilidad de liderazgo. Si no se cambia ni al presidente ni las ideas, Aguirre habrá perdido todas sus opciones. Si quiere postularse, debería hacerlo cuanto antes para ir de cara, como siempre ha hecho ella las cosas en su vida política, con notables resultados.
El PP está en una clara encrucijada y debe evaluar todos los aspectos para tomar las mejores decisiones. Pero debe hacerlo, con los mapas más claros posibles. No con pequeños bocetos y mapas difusos. El camino es importante, es lo más importante y no sólo de brújula viven los exploradores.
Pero, como soy claramente incorrecto, me voy a permitir discrepar de Soraya. Enmendarle la plana, incluso. Un examen también pasa Rajoy, en esta sesión de investidura. Para ser exactos, empezó a pasarlo el lunes, cuando Esperanza Aguirre hizo todo un discurso programático en el Foro de ABC.
Tan importante es dicho discurso que bien se puede considerar que, por primera vez, la respuesta de la oposición, al discurso de investidura, se produce antes incluso de que el candidato exponga sus planes para la investidura. Aguirre fijo las posiciones de su partido. Las que ella considera que tienen que ser las posiciones de su partido, de cara a la legislatura que empieza a salir de la cuna.
Sólo hay un ligero problema. Aguirre no es, de momento, la persona que tiene que fijar la posición de su partido en los grandes temas políticos. Mucho menos a la hora de fijar las líneas estratégicas de la oposición. No es menos cierto que buena parte de la oposición más firme y más sólida a Zapatero, durante los pasados cuatro años, ha venido de Esperanza Aguirre. Pero ahora, las circunstancias son otras.
El PP está en pleno proceso de replanteamiento y, sólo después de su Congreso Nacional se establecerán las grandes líneas que fijarán su acción de oposición durante estos cuatro años. Pero claro, Aguirre a tomado la delantera al establecer la esencia de todo un replanteamiento político y estratégico que, parece, quiere llevar a dicho Congreso Nacional del PP para buscar el respaldo de los militantes. Es legítimo, incluso puede ser lógico, pero tal replanteamiento obliga a que haya una candidatura alternativa.
Aguirre se ha mostrado dispuesta (no lo ha descartado, por lo menos) a ser ese candidato alternativo. Pero surge una disfunción inevitable. Si se respalda esa nueva línea pero se mantiene al presidente del partido, Aguirre habrá perdido su posibilidad de liderazgo. Si no se cambia ni al presidente ni las ideas, Aguirre habrá perdido todas sus opciones. Si quiere postularse, debería hacerlo cuanto antes para ir de cara, como siempre ha hecho ella las cosas en su vida política, con notables resultados.
El PP está en una clara encrucijada y debe evaluar todos los aspectos para tomar las mejores decisiones. Pero debe hacerlo, con los mapas más claros posibles. No con pequeños bocetos y mapas difusos. El camino es importante, es lo más importante y no sólo de brújula viven los exploradores.
lunes, 7 de abril de 2008
LA VIDA NO ES EL CINE
Fue una estrella, sin matices. Prestó su cara, demasiado inexpresiva, a algunos de los héroes (reales o de ficción) más importantes de la historia del cine. Su nombre estará siempre unido a un mundo tan efímero que cuando alguien perdura, como es el caso de Charlton Heston, hay que reconocer que algo habrá hecho bien.
El cine es así. Una buena interpretación, que nunca más vas a tener que repetir, te reserva un lugar en la historia. La realidad, la vida, suele ser mucho más puñetera. En la vida, tienes que mantener siempre unos mínimos. Cuando metes la pata, siempre habrá alguien que te lo recuerde cíclicamente. Por más aciertos que vayas acumulando. Que se lo digan a Luis Miguel Arconada. Que se lo digan a Cardeñosa. Que se lo digan al Pequeño Ruiseñor. Que se lo digan a Felipe González. Que se lo digan a José María Aznar.
Los políticos han aprendido a preparar, sobradamente, todos y cada uno de los pasos que van a dar. Entre otras cosas lo hacen para evitar errores que puedan serles recordados y pasados por el morro. Pero también de eso hemos aprendido. Hace ya tiempo que los vemos venir y somos capaces de recordarles que han metido la pata o han estado muy a punto de meterla.
La situación que vive el Partido Popular tras las elecciones del 9 de marzo ha desatado una situación propicia para que, los políticos, se lo estén pensando antes de tomar decisiones. Se recurre a segundos y terceros espadas, a fieles dispuestos a sacrificarse, a mensajes medidamente ambiguos y a los inevitables medios de comunicación. Aún así, más de uno va a quedar marcado. Haga lo que haga y pase lo que pase.
Quizás por eso, no acabo de entender porque, personas acostumbradas a ir de frente, que además presumen de ello, están mareando tanto la perdiz. Cada vez con menos disimulos, es verdad. No seré yo quien diga que ir a pecho descubierto, en plan suicida, es lo más inteligente. No. Pero la claridad suele ser un valor tan poco extendido como bien recibido. Que así sea.
El cine es así. Una buena interpretación, que nunca más vas a tener que repetir, te reserva un lugar en la historia. La realidad, la vida, suele ser mucho más puñetera. En la vida, tienes que mantener siempre unos mínimos. Cuando metes la pata, siempre habrá alguien que te lo recuerde cíclicamente. Por más aciertos que vayas acumulando. Que se lo digan a Luis Miguel Arconada. Que se lo digan a Cardeñosa. Que se lo digan al Pequeño Ruiseñor. Que se lo digan a Felipe González. Que se lo digan a José María Aznar.
Los políticos han aprendido a preparar, sobradamente, todos y cada uno de los pasos que van a dar. Entre otras cosas lo hacen para evitar errores que puedan serles recordados y pasados por el morro. Pero también de eso hemos aprendido. Hace ya tiempo que los vemos venir y somos capaces de recordarles que han metido la pata o han estado muy a punto de meterla.
La situación que vive el Partido Popular tras las elecciones del 9 de marzo ha desatado una situación propicia para que, los políticos, se lo estén pensando antes de tomar decisiones. Se recurre a segundos y terceros espadas, a fieles dispuestos a sacrificarse, a mensajes medidamente ambiguos y a los inevitables medios de comunicación. Aún así, más de uno va a quedar marcado. Haga lo que haga y pase lo que pase.
Quizás por eso, no acabo de entender porque, personas acostumbradas a ir de frente, que además presumen de ello, están mareando tanto la perdiz. Cada vez con menos disimulos, es verdad. No seré yo quien diga que ir a pecho descubierto, en plan suicida, es lo más inteligente. No. Pero la claridad suele ser un valor tan poco extendido como bien recibido. Que así sea.
viernes, 4 de abril de 2008
¡DEJADME SOLO!
La legislatura recién superada fue la del talante. Esa fue la divisa con la que Zapatero llegó a Moncloa y la que estuvo reiterando en casi todos sus discursos como el mantra que España necesitaba. A legislatura nueva, nuevo mensaje. Esta vez, el mantra parece ser ¡Dejadme solo!.
La campaña fue tan personalista que hasta los atriles tenían la forma de la inicial del candidato. El primer nombramiento no sólo fue en solitario sino que se apoyó en parámetros de amistad y proximidad personal. Sin solución de continuidad, Zapatero lanzó el mensaje de que no pasaba nada por no conseguir la elección de Bono en la primera votación. Si no quieren a Bono, que no le voten. Ya saldrá en segunda votación. Y así fue.
Como Zapatero nunca quiere ser menos que nadie, dio instrucciones a Blanco para que no buscase el apoyo de otras fuerzas de cara a su investidura. No me importa ser elegido por mayoría simple. Y Blanco empezó a reunirse con todos los posibles socios... para nada. Ni les decía nada, ni les pedía nada. Para que coño nos han citado, salían diciendo los sucesivos portavoces. Para la foto, contestaba Blanco que añadía, no, no les hemos pedido el apoyo, ni se lo vamos a pedir. Somos autosuficientes y no queremos hipotecas de ningún tipo.
Como cualquier persona pública que se precie, Zapatero tiene muchas acusadas obsesiones. Una de ellas es la de distanciarse lo más posible de las formas y maneras de Aznar. Aznar, también tuvo sus propias obsesiones. De hecho, en 2000, cuando logró la mayoría absoluta, se obsesionó con conseguir, para su investidura, los mismos votos con los que González había sido investido en la histórica legislatura de 1982. Aquellos 202 respaldos que estaban marcados a fuego en la memoria de todos.
Ahora, Zapatero quiere distanciarse de su predecesor lo más posible y está dispuesto a ser elegido sólo con sus 169 diputados. En nuestra democracia, sólo Leopoldo Calvo-Sotelo ha sido investido en segunda vuelta y con intento de golpe de estado de por medio. Si, además de esta similitud, Zapatero es capaz de tomar ejemplo de uno de los mejores presidentes que hemos tenido, de los que más y mejor trabajó desde Moncloa, el que mejor supo hacer el traspaso de poderes y el que mejor ha llevado su condición de ex-presidente, si Zapatero es capaz de tomar ejemplo de todo esto, la legislatura que empezamos será muy buena y productiva para España.
Una lástima que nadie, en este país, tenga nunca en cuenta a Calvo-Sotelo para nada. Cuanto mejor nos iría.
La campaña fue tan personalista que hasta los atriles tenían la forma de la inicial del candidato. El primer nombramiento no sólo fue en solitario sino que se apoyó en parámetros de amistad y proximidad personal. Sin solución de continuidad, Zapatero lanzó el mensaje de que no pasaba nada por no conseguir la elección de Bono en la primera votación. Si no quieren a Bono, que no le voten. Ya saldrá en segunda votación. Y así fue.
Como Zapatero nunca quiere ser menos que nadie, dio instrucciones a Blanco para que no buscase el apoyo de otras fuerzas de cara a su investidura. No me importa ser elegido por mayoría simple. Y Blanco empezó a reunirse con todos los posibles socios... para nada. Ni les decía nada, ni les pedía nada. Para que coño nos han citado, salían diciendo los sucesivos portavoces. Para la foto, contestaba Blanco que añadía, no, no les hemos pedido el apoyo, ni se lo vamos a pedir. Somos autosuficientes y no queremos hipotecas de ningún tipo.
Como cualquier persona pública que se precie, Zapatero tiene muchas acusadas obsesiones. Una de ellas es la de distanciarse lo más posible de las formas y maneras de Aznar. Aznar, también tuvo sus propias obsesiones. De hecho, en 2000, cuando logró la mayoría absoluta, se obsesionó con conseguir, para su investidura, los mismos votos con los que González había sido investido en la histórica legislatura de 1982. Aquellos 202 respaldos que estaban marcados a fuego en la memoria de todos.
Ahora, Zapatero quiere distanciarse de su predecesor lo más posible y está dispuesto a ser elegido sólo con sus 169 diputados. En nuestra democracia, sólo Leopoldo Calvo-Sotelo ha sido investido en segunda vuelta y con intento de golpe de estado de por medio. Si, además de esta similitud, Zapatero es capaz de tomar ejemplo de uno de los mejores presidentes que hemos tenido, de los que más y mejor trabajó desde Moncloa, el que mejor supo hacer el traspaso de poderes y el que mejor ha llevado su condición de ex-presidente, si Zapatero es capaz de tomar ejemplo de todo esto, la legislatura que empezamos será muy buena y productiva para España.
Una lástima que nadie, en este país, tenga nunca en cuenta a Calvo-Sotelo para nada. Cuanto mejor nos iría.
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