viernes, 23 de enero de 2009

HIPÓTESIS I

Vamos a tratar de poner un poco de orden en el tinglado del supuesto espionaje en la Comunidad de Madrid. Para ello, trataremos de formular diversas hipótesis que organicen los datos conocidos hasta ahora, más bien pocos, la verdad. Por descontado, se admiten aportaciones.

HIPÓTESIS 1: CAJA MADRID AL FONDO

Fue el primer motor apuntado desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid, el martes. El espionaje tendría que ver con la batalla por el control en la Caja madrileña. El primer elemento que llama la atención es que si el encontronazo es entre la gente de Aguirre y la gente de Gallardón y el principal afectado por el espionaje es Ignacio González (mano derecha de Aguirre), el espionaje vendría de la parte del alcalde. Sin embargo, ningún dato, ninguna declaración (tampoco las que parten de los hombres de la presidenta) apuntan en tal sentido. No encaja.
Luego surgen los seguimientos a Manuel Cobo (incondicional de Gallardón) pero las fechas de sus seguimientos son anteriores a que se abriese el melón de Caja Madrid. Al conocerse los seguimientos a Cobo, todo el mundo apunta a las luchas por el control del PP tras las generales del año pasado. Caja Madrid desaparece del punto de mira.
Sin embargo, hay quienes siguen insistiendo en la tesis. Incluso El Mundo cita a un consejero de la Caja que habría hecho referencia a papeles contra González (esos sí encajan por las fechas). [Esto me recuerda un poco a las supuestas palabras de Gallardón previas al Tamayazo, veremos].
Con los datos actuales, no digo que sea descartable esta hipótesis, pero me parece poco verosímil. Al menos, como hipótesis principal.

HIPÓTESIS 2: GUERRA DE PODER EN EL PP MADRILEÑO

Si los seguidos son, hasta ahora, González, Cobo y Alfredo Prada (vicepresidente segundo con Aguirre hasta su caída en desgracia por sumarse al equipo de Rajoy) podría ser verosímil. El problema es que debería tratarse de seguimientos de dos grupos diferentes. ¿Qué hace, el mismo “encargador”, siguiendo a los afines y a los contrarios?. No lo entiendo.
Cabe la posibilidad de que lo hiciese sólo por precaución, pero no es serio contemplar que González fuese a traicionar o a jugársela a Aguirre. Como no tenemos suficientes indicios de que los seguimientos sean de grupos diferentes no parece una hipótesis sólida.

HIPÓTESIS 3: TODO ES UN MONTAJE

Es verosímil, desde luego. Aún más, es la principal tesis del PP de Madrid desde el miércoles por la noche. Es más que probable que, a esas alturas, la gente de Aguirre modificase la estrategia de defensa y ataque para descargar toda la carga de la prueba sobre el periódico. Me sorprende que tardasen casi 72 horas en hacerlo, porque es lo más lógico y razonable salvo que lo que cuenta el diario sea cierto, o tengan dudas de que sea cierto.
Lo que ya no entiendo tan bien es ¿por qué no han acudido ya a los tribunales?. Se dieron mucha prisa, González y el gobierno regional, en denunciar los supuestos seguimientos en su contra. Pero no se han dado la misma prisa en llevar a El País ante la justicia. Es más, no lo han hecho todavía. Si todo es mentira, un montaje, ya deberían haberlo hecho. ¿A qué esperan?. ¿Es una guerra de nervios?. ¿Quedan muchas cartas por salir?. Seguro que sí.

HIPÓTESIS 4: NO HAY QUE MIRAR MUY LEJOS

Ignacio González es, sin ninguna duda, de los políticos más hábiles y mejores estrategas que hay en Madrid. Con diferencia. Por eso mismo, es de los mejor informados, si no el mejor, de los más peligrosos si te conviertes en su enemigo, y el más hábil a la par que retorcido.
No es menos cierto que esas cualidades le han convertido en uno de los principales enemigos de otros muchos, político y no políticos. Desde hace años, casi desde que llegó al gobierno de Esperanza Aguirre, hay unos cuantos que le están buscando las vueltas y las cosquillas. Cuando en noviembre de 2004 Aguirre tomó las riendas del PP en Madrid todo el mundo se maravilló del ascenso imparable de Francisco Granados, designado secretario regional del partido en ese congreso. En lo que pocos repararon es que González se quedó con buena parte de los resortes del poder interno, también en el partido en Madrid. El Vicepresidente primero de Aguirre controlaba la Comisión de listas.
¿Nace de ahí una cordial enemistad entre los protagonistas de la pintoresca rueda de prensa de ayer tras el Consejo de Gobierno?. Ellos sabrán. Pero no sería descartable que ambos estén, desde entonces, en una lucha de poder, a todos los niveles, que esté aflorando ahora en toda su crueldad.
Si a eso sumamos que González baraja desde hace meses la posibilidad de pasarse al campo de la empresa privada, tal vez no quiera dejar a Granados en buen lugar.
Es esta una hipótesis rebuscada, pero no podemos descartar nada. O, al menos, no deberíamos.

HIPOTESIS 5: PRODUCCIONES RUBALCABA

Lo dicho al inicio de la hipótesis anterior es perfectamente aplicable (y más, incluso) al ministro de Interior. Con un añadido. Lleva más años ejerciendo de Rasputín y tiene bastante más poder, al menos en la actualidad. La situación del PSOE en Madrid es lo más próximo a la descomposición absoluta sin visos de mejorar y Zapatero no se resigna.
Cabe la posibilidad de que todo sea una estrategia-montaje para que el PP de Madrid entre en barrena, abrir otra vía de agua en el PP nacional y, de paso, darle un empujoncito al ínclito Tomás Gómez que es más inactivo que Simancas, que ya es decir, y se parece peligrosamente a esas figuras de las lámparas de animación. Esas compuesta de una serie de dibujos que cuando las giras a suficiente velocidad y las observas a través de un pequeño cuadradito te da la impresión de que se mueven, pero sólo es una impresión.
Esta hipótesis explicaría el hecho de que sea El país, el diario escogido para hacer público el caso. Explicaría que se hayan puesto sobre la mesa nombres tan distintos como el de González, Cobo o Prada. Explicaría el hecho de que el PP haya terminado por entrar en el caso anunciando una investigación interna que no viene a cuento ni hay dios que lo explique. Y explicaría que Aguirre haya cambiado ya dos veces de estrategia y se muestre muy nerviosa y sin saber a que carta quedarse. Pero no tendría sentido si no hay un fondo de verdad y no encajaría, además, con el hecho de que los hombres de la presidenta hayan hecho tanto hincapié en que quién espió a González estaba muy cerca del Vicepresidente.

Bueno, como decía al principio, sólo he tratado de ordenar un poco las cosas. Si alguien tiene alguna aportación que la haga porque cualquier pequeño elemento puede ir definiendo la imagen que terminará formando el puzzle. Pero, no tengamos prisa. Estamos trabajando con muy pocas piezas y no estamos, ni de largo, en condiciones de saber que es lo que veremos al final.
Habrá que seguir atentos.

lunes, 19 de enero de 2009

OBAMA, EL TIERNO

Este martes es el día.
Este martes, el tren llega al destino.
Este martes se acabaron las palabras, los bonitos discursos.
Este martes toca ponerse a trabajar, a hacer cosas.
Este martes Barack Hussein Obama dejará de ser la gran esperanza para convertirse en la más cruda realidad.
Bueno, lo de este martes es una forma de hablar.
Lo que está claro es que el hombre que ha agitado el mundo cual si fuera una coctelera con sus bien escritos y mejor declamados discursos, con sus bonitas palabras, con sus ideales de manual, tendrá que ponerse a trabajar.
Por el bien de todos, espero que en sus hechos tenga un 10 por ciento del acierto que tienen con sus discursos. Pronto, muy pronto, se dará cuenta Obama de eso que dicen los clásicos, “una cosa es predicar y otra dar trigo”. El primer presidente del siglo XXI deberá tomar decisiones, asumiendo que en más de una se equivocará. Deberá atajar sus errores cuanto antes, antes de que se produzcan, si es posible. Se verá en la dura realidad de comprobar que las palabras son muy importantes pero tanto y más lo son los hechos.
Hoy mismo se cumplen 23 años de la muerte de Enrique Tierno Galván, alcalde que lo fue de Madrid en los primeros años de la democracia. Quién más quién menos lo recuerda por la chorrada esa del viejo profesor, por sus fotos entre los modernos de entonces, empezando por el zoo de la movida. Los más agudos lo recordarán, incluso, por sus famosos bandos. Textos más cuidados de lo que suele ser habitual en nuestros zoquetes alcaldes. Sin embargo, pocos recordarán cosas que hiciese.
Quitó el scalextric de Atocha, y los madrileños todavía están pagando las consecuencias aunque es bien cierto que desde hace años el desarrollo de las ciudades, especialmente Madrid, va por otras cotas. Pero poco más se recuerda de su tarea como alcalde. En esos años, Madrid no hizo nada, no mejoró nada, no tiene nada en su catálogo que se pueda asignar a ese alcalde cuyo mayor valor fue el uso de la palabra y la sonrisa condescendiente.
No seré yo quien ponga a Obama a la altura de Tierno, pero espero, sinceramente lo espero, que el primer presidente del siglo XXI, el 44 de Estados Unidos, no se demuestre un político demasiado tierno para los retos que le esperan… a partir de mañana.

viernes, 16 de enero de 2009

DOS REALIDADES

Salgo a la calle. Paseo. Miro. Observo, incluso. Y no veo nada diferente a lo que veía hace seis meses, un año. La gente pasea con la misma cara. No van ni más sonrientes ni más serios. Entran y salen de las tiendas, de los bares, de los cines, de los teatros. Llevan bolsas. Han hecho las mismas compras que hace seis meses, un año. Se han gastado el mismo dinero. Vuelven a casa con la misma satisfacción. Con la misma ilusión. Yo también vuelvo a casa.
Pongo la tele y lo que veo es que vivimos en crisis. En crisis económica. Pero no en una crisis cualquiera. No. En la peor crisis económica desde el pavoroso crack del 29. En una situación tremenda que seguirá empeorando. Los precios bajan como casi nadie recuerda porque las ventas se han reducido como nadie recuerda. Los comerciantes hablan de una situación sin precedentes. Todos los que salen en la tele están muy preocupados. Sólo un señor, vestido de traje, se muestra razonablemente esperanzado. Dice que confía en que más pronto que tarde, todo va a comenzar a mejorar.
Trato de encajar lo que he visto por la calle con lo que estoy viendo por la tele y me siente incapaz. Son dos realidades incompatibles. Sin embargo, me parece que algunas de las personas que veo por la tele son las mismas que estoy viendo ahora por la tele. Es más, algunas de ellas hablan de lo mal que va la cosa con bolsas y bolsas de cosas que han comprado en las rebajas. No lo entiendo. Empiezo a creer que lo que veo por la tele corresponde a un país distinto. Que son otras calles, otras tiendas, otros cines,…
Vuelvo a salir a la calle. Los coches circulan en la misma cantidad que siempre. Los autobuses van tan llenos como siempre. Los niños no juegan en los parques con una vieja pelota. Todos juntos. O se conforman con tirarse por tobogán. No. Cada uno está a lo suyo, con su DS o con su bici reluciente, recién dejada por los reyes magos. Los papás y las mamás hablan de la semana que han pasado esquiando, de la casa rural a la que van a ir el próximo fin de semana, del coche que acaban de comprar.
Recuerdo que las últimas noticias que vi antes de salir de casa hablaban de unas cifras de paro nunca vistas en años. De gente que tenía que pasar horas en las colas del INEM. De expedientes de regulación de empleo en muchas empresas. De gente que empezaba a no poder pagar sus hipotecas y que ni siquiera sabía como iba a poder llegar a fin de mes.
Supongo que soy yo. Que no puedo comprender toda la complejidad de un país. Pero juraría que algo no va bien. Ambas realidades son absolutamente incompatibles. Pero yo no se con cual quedarme. Y, lo que es peor, no se con cual se va a quedar la realidad.

jueves, 15 de enero de 2009

EL SENSOR

Síndrome de La Moncloa: dícese del padecimiento que afecta a la persona que, llegan al Palacio del mismo nombre tras ser designado para la presidencia del Gobierno de España. Suele manifestarse pasados unos años de necesaria incubación y desarrolla en forma de razonamientos poco estructurados, desafecto de colaboradores cercanos de los primeros momentos y encastillamiento en las propias posiciones más allá de toda explicación razonable.
La vacuna e, incluso, el tratamiento de este síndrome es como la vacuna del SIDA o el tratamiento de ciertas enfermedades como el alzheimer. Se trabaja en ello pero nunca parece llegar la solución. Uno de los factores que colabora en el desarrollo de este síndrome es la propia capacidad de absorción del Palacio de La Moncloa. Les atrae, les retiene, les impide desarrollarse fuera de sus estancias. Y, claro está, eso les aleja de la realidad circundante. Tengo para mi que, el hecho de que la facultad de Periodismo de la Universidad Complutense esté cerca del Palacio es un factor importante para que los inquilinos tengan miedo a salir a la calle, ni siquiera para pasear por los jardines del complejo de La Moncloa.
Siempre que uno de los inquilinos ha empezado a ser acusado de padecer este mal, el entorno y el propio interesado han tirado de diversos argumentos para negar el padecimiento o tratar de explicar su cambiante comportamiento. Con todo, una de las más gloriosas se la escuché el otro día al actual presidente del Gobierno. Tuvo lugar en los tradicionales preliminares de la entrevista a la que Zapatero se sometió el martes en Onda Cero. Con todo casi preparado, con los dos protagonistas sentados a la mesa ¡y con los micros abiertos!, Zapatero y la Otero charlaban amigablemente.
De buenas a primeras, a sólo unos minutos de que se iniciase la emisión, Zapatero le dice a Julita "es que yo tengo un sensor". Un escalofrío recorre mi espalda. "Lo que dicen las encuestas, los sondeos -continúa el presidente- lo que me dice la gente, pero tengo un sensor que ese si que no falla". El escalofrío se convierte en espasmo. ¡Estamos gobernados en base a un sensor! Como esos que ponen en marcha los limpiaparabrisas en los coches modernos cuando empieza a llover.
Que le vamos a hacer. Yo sigo pensando que hay sensores muy útiles, como los que hubiesen podido evitar el desastre de Chernobil, hace más de 20 años, si se hubiese detectado a tiempo el problema. O como el que hubiese puesto en alerta a los gobiernos del mundo ante la que se nos venía encima con las hipotecas basura. Pero claro, un sensor para detectar que es lo que necesitamos los españoles, que es lo que necesita España, para poder ponerlo en marcha. Me parece demasiado.
Me acuerdo de una anécdota ocurrida en un Roland Garros de hace ya años. Se empezaba a imponer, por entonces, esos sensores que detectaban si la pelotita tocaba la red en el saque, lo que obliga a repetir el servicio. En un partido, no recuerdo entre quienes, el juez árbitro comenzó a rectificar al juez de red que controlaba el aparatito de marras. Los jugadores también se enfadaron con el consiguiente desconcierto y despiste. Cansado el juez árbitro de la cuestión, le dijo al de la red, deja el aparatito en el suelo y pon el dedito en la red, anda. Que eso no falla nunca.
Pues eso. Déjate de sensores, presidente, y pon el dedito en la llaga. Has el favor!

martes, 13 de enero de 2009

IMAGINANDO

Con la que está cayendo, no nos será difícil ponernos en situación. Imagínese una jornada de intenso frío. Y otra. Y otra más. Así hasta completar varias semanas. Imagínese nevada tras nevada hasta perder la cuenta de cuando vio su huerta por última vez. Hasta perder la cuenta de cuando vio el cielo limpio de nubes por última vez. Hasta perder la cuenta de cuando salió a la calle sin guantes, bufanda y gorro por última vez. Imagíneselo.
Ahora imagínese que no tiene calefacción en casa. Que tiene que rebuscar entre los objetos olvidados que heredó de sus abuelos, si es que no los ha tirado todavía, hasta encontrar un brasero. Quien no sepa de que hablo, que busque en google, es muy socorrido. Los más afortunados, tendrán que quitar los libros o lo adornos de esa chimenea que tanto le gustó en la memoria de calidades de su casa cuando la compró, pero que nunca llego a utilizar para su función original.
A continuación, tendrá que buscar unos maderos, tablas, o cualquier otro combustible para encender un reparador fuego que le caliente un poco a su familia. Un fuego necesario, no como esos que se ven en las películas modernas y que sirven para ambientar una cena romántica, una charla depresiva, un polvo cinematográfico. Un fuego sin el que sus hijos, sus padres, o sus familiares más débiles no llegarían a ver otro soleado amanecer.
Con todos esos elementos, usted podría estar componiendo un bonito cuento navideño o un reivindicativo alegato contra la pobreza del tercer mundo. A todos nos gusta ver alguna de las múltiples versiones del Cuento de Navidad de Dickens con su nieve por las rodillas, sus gorros calados, sus nubes de vaho y su gruñón mister Scrooge. A todos nos duele ver o pensar en familias enteras acumulando chaqueta sobre chaqueta, abrigo sobre abrigo para tratar de paliar el frío insoportable. Pero no estoy hablando de eso.
Estoy hablando, aunque le parezca increíble, de la muy civilizada Unión Europea. Claro que no me refiero a las potentes Alemania, Francia, Reino Unido o Italia. Ni siquiera a las influyentes Bélgica, Holanda, Suecia o España. Me refiero a ese puñado de países que ha ingresado recientemente para saciar las necesidades de los socios principales pero que, en días como estos, se sienten el hermano tonto.
En Rumanía, en Bulgaria, en Eslovaquia, en otros muchos países de la antigua Europa del este están pasando un frío de pelotas y no tienen gas para calentarse. Así, como suena. El oso ruso ha dicho que, un año más, quiere tocar un poco los cojones y no abre el grifo. Que casualidad, por cierto, que lo hace en uno de los momentos más fríos del año. Un frío que, ese sí, nos manda en forma de aire siberiano, sin inmutarse. Y la muy civilizada Unión Europea ni se inmuta. Bueno sí. Tira de su catálogo de civilizadas reacciones y le dice a Moscú que eso no puede ser. Que así no se hacen las cosas. Que hay que buscar un arreglo. Y, casi pide perdón por molestar a los gobernantes rusos.
Mientras tanto, los rumanos, búlgaros, eslovacos y demás, tienen que desmontar los balcones de sus casas, los muebles de sus pisos o irse a los parques a cortar un poco de madera para seguir adelante. Se imagina usted, querido lector , que pasaría si los londinenses se agolpasen en Hyde Park talando árboles, o los parisinos en el bosque de Bolonia, o los madrileños por el Retiro y la Casa de Campo. Por favor!!!! Pero claro, a esos socios advenedizos hay que pedirles calma ante la presión de Moscú.
Estos juegos de imaginarse cosas suelen ser muy instructivos. Ayudan a ver las cosas desde otro punto de vista. Pero lo mejor que tienen es que, una vez que acabas de imaginar, vuelves a la realidad. Y si lo imaginado no te gusta o no te satisface por algún motivo, ya sabes. Es como este blog, no vuelves a él y punto pelota. Nadie se habrá enterado, nadie lo va a echar de menos. Es como si nunca hubiese existido, el blog y lo imaginado.

lunes, 12 de enero de 2009

¿QUIÉN SOY YO?

Ernst Lubitsch firmó algunas de las mejores películas de la historia… antes de matarse en un accidente mientras una muchacha se la chupaba. Toulouse-Lautrec era un indeseable, en sus relaciones humanas. Casi tanto como genial en su manejo de los pinceles y los lapiceros. Recientemente hemos sabido que Milan Kundera o Gunter Grass tienen ciertas áreas de su pasado que son tan ocultables como apreciados son sus libros. Y así podríamos llegar hasta el infinito.
El mero hecho de ser una persona con cierta cualidad intelectual, artística o de cualquier otro tipo puede llevarte a ser más o menos célebre, pero no te convierte en un modelo humano a seguir. Es obvio. Siempre me ha parecido que es mejor no conocer o no prestar demasiada atención a la vida de alguien a quien admiras o de quien te gusta su obra.
Si a ello se suma que la persona en cuestión se sienta moralmente superior por el mero hecho de ser de izquierdas, se está muy próximo a caer en el ridículo. En España, desde la transición, es común que un grupo de autodenominados “intelectuales” se empeñen en darnos lecciones morales cada vez que sienten que hace mucho que no se habla de ellos. Y si la causa que les lleva a movilizarse, si el pim pam pum es Estados Unidos o socios tan próximos como Israel, pues mucho mejor.
La supuesta defensa del pueblo palestino es uno de los paradigmas. Poco se movilizaron estos “autodenominados” cuando Hamas ganó las elecciones en Gaza y comenzó a poner las bases para causar todos los problemas imaginables a la población civil palestina. Parte del problema de ahora nace de ahí, pero estos autodenominados estaban demasiado cansados, después del esfuerzo de echar del gobierno al PP y demasiado complacidos, después de haber logrado sangrar a todos los españoles con el ilegal canon, como para movilizarse, entonces.
Poco se movilizaron en agosto cuando Rusia invadió Georgia pero, claro, estaban de vacaciones. Poco se les vio, también este verano, cuando se celebraban los Juegos Olímpicos en Pekín. Así podríamos seguir, pero no quiero cansar.
Por otra parte, no deja de llamarme la atención que los caretos de los autodenominados son, casi siempre, los mismos. Los más pesebreros o los que menos éxito propio tienen. No recuerdo haber visto nunca en estos tinglados a un Antonio López, a un Eduardo Arroyo, a un José Antonio Marina, a un Miguel Delibes,… Y no quiero decir, con ello, que si hubiesen estado estos u otros parecidos, ya fuese a estar de acuerdo con los manifestantes. Digo que, como casi siempre, los que más gritan son los que menos argumentos tienen para gritar.
Y podría ponerme en plan demagógico diciendo que los que más se manifiestan contra Estados Unidos, se manifiestan normalmente en vaqueros, con un marlboro en una mano y una coca-cola en la otra. Pero no voy a caer en eso. Podría decir que bien que tratan de condicionar las decisiones de un gobierno, quizás espoleados por el hecho de que, en otros casos, ese mismo gobierno ha cumplido sus expectativas, pero no lo voy a decir. Podría decir que muchos de ellos no tienen otra forma, salvo las fiestas, de salir en los medios de comunicación porque su trabajo brilla más bien por la ausencia o por su poca calidad, pero no lo voy a decir.
Como casi siempre, se podrían decir muchas cosas, algunas de ellas sin pensar, más o menos como hacen ellos. Pero mejor no decirlas. Porque ellos son los “autodenominados intelectuales” de España y yo sólo un juntaletras con un modesto blog que no lee casi nadie. ¿Quién soy yo para enmendarles la plana?.

TENEMOS UN PLAN

Eeeehhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!, el gobierno tiene un plan!!!!!!!!!!!!!!!. Cómo?. Sí, sí. El gobierno tiene un plan. Qué me dices?. Lo que oyes. Tiene un plan que, además, tiene nombre. Ehhhh?. Eso, eso. Plan E. Con dos cojones.
Ya no es cuestión de paquetes, que suena muy vulgar y barriobajero. Ahora el gobierno tiene un plan. El Plan E, ehhhhh. No sólo hemos pasado, en 8 meses, de negar la crisis a reconocer que estamos en la peor situación, nacional e internacional, de las últimas décadas. En esos mismos 8 meses, bastantes menos en realidad, hemos ideo aprobando paquetes de medidas inservibles a un ritmo frenético. Y se avecinan más, si hacemos caso al presidente del gobierno. De hecho, en la estelar presentación del Plan E, asegura Zapatero que este Plan agrupa las medidas (sic) ya adoptadas y otras que está por venir.
El Plan es tan serio que nace con su propia página web, para que se puedan ir incorporando las nuevas dádivas y, supongo, para poder acoger la larga lista de los nuevos parados, a razón de casi tres personas al día el año 2008. Porque, digo yo, ya que se trata de un plan global, eh, en él se incluirá todo lo que tiene que ver con relazar nuestra economía (la octava del mundo como no se cansan de repetir nuestros políticos, empezando por Zapatero y Rajoy y acabando por el último concejal de la Unión de Valdepiélagos, si es que tal concejal existe), habrá que incluirlo todo, todito.
Si no fuese tan chusco, sería dramático. Si no estuviésemos en España, Zapatero estaría ya contra las cuerdas. Máxime cuando ha sido él mismo el que ha decidido asumir, en primera persona, la gestión de la crisis. Los planes y medidas se piensan, se analizan y se preparan y, cuando están listos, se aplican. El resto son ocurrencias impropias del gobierno de uno de los principales países del mundo.
Pero, eeeeeeeeeeeeh, tenemos un plan, ehhhhhhhhhhhhhhh.

jueves, 8 de enero de 2009

PARAJODAS

El mensaje no es muy acertado. La vida se puede disfrutar igual exista dios o no. Es más. La mera constatación de que dios no existe no da rienda suelta a disfrutar de nada. Tampoco de la vida. El mensaje empieza bien, con esa duda razonable de “Probablemente dios no existe”, pero a los impulsores de la campaña se les ve el plumero a la hora de redondear la frase. Una lástima.
Da lo mismo. Aunque el mensaje fuese más redondo, las fuerzas vivas de este país habrían saltado de la silla igualmente. El error de esa asociación de ateos que ha lanzado la campaña ha sido citar a dios en ella. Los religiosos del mundo son integristas por naturaleza. No consienten que nadie hable de dios. Sólo ellos pueden hacerlo. Parten, claro, de la base falaz de que dios está por encima de todas las cosas y, por lo tanto, los tristes humanos no podemos invocar su nombre salvo para darle gracias. Vaya por idem.
Lo que no entiendo es que a los religiosos les moleste un mensaje en el que se insta a disfrutar de la vida, regalo que dios, según ellos, ha hecho a los hombres. ¡Ay qué ver!. A, claro, que el hedonismo no va con ellos. Que a esta vida se viene a sufrir y a padecer, en plan castigo. Que para disfrutar de la vida mejor hay que esperar a estar lo más jodidos en esta. Quizás por eso, en nombre de dios han hecho los hombres (y siguen haciendo) las guerras más crueles de la historia de la humanidad.
Desde hace años, toda mi vida en realidad, recuerdo los carteles anunciando la vigilia de La Inmaculada, o la procesión del Corpus, o los actos del día de Santiago. Y podría seguir, los ejemplos son tan contundentes como contundente es la tradición católica de España. Nunca me han llamado demasiado la atención, salvo por la poca capacidad de actualizar los mensajes que demuestran. Son carteles y campañas que, para mí, resultan rancias y antiguas. Pero no tengo más que decir.
Es un mundo razonablemente ajeno para mí. Me da lo mismo, por lo tanto, lo que digan o lo que promocionen. Pero a ellos se les hincha la vena porque dos autobuses (sobre una flota de miles) lleve este inocente mensaje “Probablemente dios no existe. Disfruta de la vida”. Anda que si llega a decir “Dios no existe, arrepiéntete, estúpido. Has estado perdiendo el tiempo y sufriendo”. ¿Qué hubiese pasado?.
De todas formas, que no cunda el pánico. Ahora nos inundarán, no sólo los autobuses, con mensajes de esos de “Dios es amor”, “Jesucristo es la verdad y la vida” y cosas por el estilo. Y dios le libre a alguien de escribir en contra. La vida se le volverá un infierno como se atreva. Disfrutemos de la vida, exista dios o no y creamos en lo que creamos. Por cierto, si dios existe, da lo mismo creer o no creer. Existe y punto. Que parojoda.

lunes, 5 de enero de 2009

55 DÍAS EN MADRID

Ocho domingos faltan para las elecciones en el País Vasco. Ocho domingos, y sus correspondientes ocho semanas, en los que asistiremos (ya estamos asistiendo) a los más sesudos e interesados análisis. Como yo no tengo intereses, ni soy sesudo, me voy a permitir exponer algunas ideas que, inevitablemente, tendré que ir matizando a lo largo de estos 55 días… en Madrid.
La primera cuestión es que, una vez más, la hegemonía del PNV parece estar en cuestión. Y digo “una vez más” en abierta contradicción con lo que defienden casi todos los opinadores del país. Ya se puso en cuestión, y de que manera, en 1986. Y también hubo un momento de duda muy serio en 2001. En este segundo caso, la pinza PP-PSOE parecía llamada al triunfo. La sintonía entre Mayor Oreja y Redondo Terreros parecía llamada al éxito. Pero surgió Ibarretxe, ungido de mesías, y salvo a los nacionalistas. Los salvó pare llevarlos al callejón sin salida de su plan independentista.
El primer caso, el de 1986 vino de la mano del propio nacionalismo. De su escisión. Confirmando que el peor enemigo de los radicales son ellos mismos, el PNV cosechó su peor resultado y, por única vez en la democracia, se quedó como segunda fuerza del parlamento vasco. Lo cual no fue inconveniente para seguir gobernando, gracias a la inexplicable, o no, generosidad del PSOE. Hoy, esta vez, las cosas son ligeramente diferentes.
Hace un año, en las generales, los socialistas no sólo fueron la fuerza más votada en Euskadi, fueron capaces de sumar más votos que los tres partidos que forman parte del actual gobierno vasco. Con esas premisas se ha creado la especie de que el PSOE puede ganar las elecciones y ocupar Ajuria Enea. Pero claro, la realidad es la que es y los datos son los que son.
Si mirasen a sus compañeros catalanes podrían comprobar que de poco vale ganar las elecciones generales, por muy claramente que se ganen, cuando lo que se celebran son elecciones autonómicas. Los socialistas catalanes son especialistas en ganar las elecciones generales en Cataluña y perder las autonómicas. Y los socialistas vascos van por el mismo camino.
La segunda cuestión, nos hace entrar de lleno en la política ficción. Supongamos que, efectivamente, el PSOE gana las elecciones (ya sea obteniendo más votos y escaños o sólo más escaños). Lo que es evidente es que ningún partido, tampoco los socialistas, obtendrían mayoría suficiente para gobernar. Y aquí se abre un abanico tan grande como variado. Si el PSOE fuese ganador en votos y escaños, es más que dudoso que el PNV quisiese integrarse, como comparsa, en el gobierno López. Si el PSOE obtuviese más escaños pero menos votos que el PNV, una alianza entre ambos sería, todavía, más dudosa. En ambos casos, Juan José Ibarretxe tendría que ser la pieza sacrificada, algo que agradecerían todos los actores políticos del país empezando, probablemente, por el propio Ibarretxe.
De no encontrar acomodo con el PNV, los socialistas podrían buscar alternativas. Aceptar el apoyo más o menos tácito de los populares parece la opción más clara, pero hay otras. Podrían trabajar una alianza con EB y Aralar, por ejemplo. E, incluso, con una hipotética representación de UPyD en la cámara de Vitoria. Y siempre existe la posibilidad de tratar de gobernar en solitario, aunque sea un par de años, para tratar de tejer los suficientes clientelismos como para garantizarse una victoria más holgada en los siguientes comicios.
Tercera cuestión. Vuelve a ganar el PNV. En mi opinión, es lo más probable, al menos, en votos. Si sólo es en votos, ya lo he dicho, la negociación será complicada. Si los nacionalistas ganan en votos y escaños, la lehendakaritza seguirá siendo suya, sin duda. Y, casi con toda seguridad, Ibarretxe tendrá una tercera opción de llevar su plan a Madrid, vaya por dios. En cualquier caso, las opciones de gobierno se restringen. No veo al PSOE entrando en el gobierno del “Plan Tercero”. Las opciones de formar un gobierno razonable con el resto de fuerzas son casi inexistentes. Casi tan pocas como de que el nuevo PP de Basagoiti se integre, formal o tácitamente, en el ejecutivo. Las nuevas elecciones serán inevitables en pocos meses.
Cuarta cuestión. Todo lo dicho hasta aquí sólo es válido si partimos de la premisa, aceptada tácitamente, de que los proetarras no podrán concurrir. Si esta premisa no se cumple, todo lo dicho se va al garete. Pero, por el bien de todos, insistamos en que se va a cumplir.
Así pues, y a falta de 55 días, me atrevo a asegurar pocas cosas. Una, puede que el PSOE obtenga más escaños, pero no va a ganar las elecciones. Dos, no veo al PNV fuera del gobierno, ni siquiera fuera de Ajuria Enea. Tres, si creo que hay una opción de que las elecciones supongan el principio del fin de Juan José Ibarretxe, lo cual no es decir poco. Cuarto, el panorama político en el País Vasco va a ser tan complejo como siempre, y las elecciones volverán a llamar a la puerta de los vascos antes de dos años.
Y si no, al tiempo.