Pleno acierto de la campaña pre-electoral del PSOE. Múltiples mensajes. Fotos variadas, tantas como poses y vestimentas. Todo plural y variado, como el candidato. Ese que dice, en cada momento, lo que le viene a la cabeza, o lo que cree que conviene, o lo que le ha sugerido uno de sus asesores. Mensajes múltiples, sobre casi todos los temas y un nexo común "Motivos para creer".
Me parece un eslogan muy acertado, como la campaña en si misma. Hace falta que nos den motivos para creer porque, por nosotros mismos, no los encontramos. Dennos motivos pare creer, por favor, que si no nos volveremos ateos. Y si no creemos, se les acabó el chollo. Más aún, alabo la generosidad de este partido. Nos dan motivos para creer sin la torticera intención de dirigir nuestra creencia. Libertad hasta para creer con libertad.
"Soñar con los pies en la tierra". Nos lo dice un sonriente candidato. Como para recordarnos que él también soñó con la paz y con la libertad en toda España. Pero los pies en la tierra le demostraron que no había posibilidad. "No es lo mismo". Nos dice un pensativo candidato como buscando las diferencias. En efecto, no es lo mismo pregonar que dar trigo, no es lo mismo prometer que gobernar, no es lo mismo con unos y con otros.
"Podemos llegar tan lejos como queramos" y lanza los pulgares al viento el candidato. No es para tanto, no queremos llegar al cielo por mucho que ese mismo candidato se empeñe en colocar a la iglesia católica en el centro del debate electoral. Nos conformamos con llegar a fin de mes (mes a mes) que tal y como pinta la cosa, no es poco.
"Ahora que avanzamos, por qué retroceder" proclama en mangas de camisa. Quizás porque hay que saber en que sentido avanzamos, hacia donde vamos y que camino llevamos. Avanzar por avanzar no es inteligente. Es más, cuando descubres que el camino está equivocado, mejor dar media vuelta y tomar otra ruta.
"La octava potencia económica, los primeros en derechos sociales" y se parte el culo de la risa el candidato. No me extraña. Lo que no tengo claro es si se ríe por la primera parte del sintagma o por la segunda. Ambas las dos son para troncharse y, probablemente por eso, se ha puesto traje y corbata para ilustrar semejantes afirmaciones. Ya se sabe, lo sabe hasta Lorenzo Milá, que con corbata se gana en credibilidad. Al menos, eso era antes, antes de que Milá y otros pseudo-progres se empeñasen en romper ese firme vínculo.
Mensajes, mensajes mensajes. Fotos, fotos, fotos. Multiplicidad.
No puedo dejar de acordarme de aquel cartel del PSOE en las elecciones de 1986. Manteniendo la inspiración del eslogan anterior ("Por el cambio") se parió aquel "Por el buen camino" que lucía sobre una imagen verde, bucólica, muy lejos del blanco tradicional de los socialistas en sus carteles. Aquel "por el buen camino" y aquel fondo campestre vinieron acompañados de 20 diputados menos. A veces, la innovación es lo que tiene. Los socialistas volvieron, en 1989, a su blanco tradicional y, a pesar de la huelga del 14-D volvieron a ganar.
Ahora, con una exigua mayoría minoritaria, con una gestión discutida incluso por los más socialistas y con una situación económica que acojona más que acongoja, se empeñan en innovar. Ya veremos cual es el resultado.
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