Lo siento por esos 2 ó 3 fieles lectores, pero creo que me voy a poner pesado, durante las próximas semanas, con los temas de la precampaña y la campaña electoral. Arrinconar al adversario hasta hacerlo parecer extremista. Simplificar el mensaje propio hasta reducirlo al tamaño de eslogan publicitario. Decir hoy una cosa y mañana matizarla hasta hacerla digerible por los votantes potenciales. Campaña en estado puro. Pereza.
Pereza que han sentido, hasta este fin de semana, nuestros artistas. Hacía cuatro años que no se movilizaban, que no daban señales de vida. Bueno, no es cierto. Cuando vieron que la ley del cine no iba por donde ellos querían, apretaron las clavijas hasta echar a la ministra Calvo. Cuando el canon parecía no llegar, nos apretaron las clavijas a todos hasta sacar el dinerito que consideraban necesario para seguir con el cuento. Pero en los temas que a todos nos importan han estado perezosos.
Los mismos que nos dieron la gala de los Goya (ya peñazo insoportable de por sí) con el No a la guerra, el Nunca mais y el Aznar fuera, no consideraron necesario, ni ahora ni antes ni nunca, decir ni pío ni por los estatutos, ni por los atentados, ni por la negociación con ETA, ni por la inactividad económica. Pase. Obviamente, ellos, como todos, están en su derecho de administrar sus silencios y sus palabras como quieran. Por eso, precisamente por eso, estoy en mi derecho de decir que ellos, "nuestros artistas" tienen mucha jeta.
No porque hablen, no porque callen, no por que digan. Tienen mucha jeta porque son una panda de egoístas.
En Estados Unidos, ese satán que tanto critican, que tanto denigran. Ese satán al que pierden el culo por ir a currar, porque pagan bien y es el mejor escaparate del mundo. Ese satán donde les premian y están que no les cabe un alfiler en el culo. Ese satán, Estados Unidos, es un país en el que cualquiera muestra su respaldo siempre, o cuando quiere, a quien le parece. No es infrecuente que en una elección se respalde a un republicano y en el siguiente a un demócrata. Tampoco es infrecuente que se respalde a un candidato y, años después, se reconozca que fue un error. Pero hay una diferencia importante. En ese satán, la política y los políticos dependen de los artistas. Los buscan. Anhelan su apoyo y, cuando lo consiguen, lo agitan con tanto ímpetu como si fuese la mismísima bandera de las barras y estrellas. Aquí, en España (y en Europa) los "artistas" dependen de los políticos y buscan mantener el pienso de la mejor manera posible.
Así pues, los artistas pueden opinar. Y todos a escucharles y a entender sus argumentos. Pero el resto no puede decir ni pío. Aún más. Cuanto algún "artista" se descarría y defiende i apoya al PP, en seguida se recuerda que hace años que no hace nada digno, que está en caída libre, que ya no crea, que sólo es un pesebrero,... Y en el PP, que son tontos de solemnidad, se callan, no dicen ni mu, y cuando llegan al poder les siguen dando cuerda, no vaya a ser que les pongan a parir. ¡Pero si lo van a hacer igual, coño! ¡A ver cuando aprendéis y respaldáis a los verdaderos artistas y creadores y no a esta panda de mascanabos que sólo viven del cuento!.
Perdón, no quería expresarme así de pasional, pero claro, como ellos nos han insultado a todos los españoles, me he creído en derecho de ponerles en su sitio.
Pues claro. Ustedes digan, defiendan, critiquen, opinen, argumenten. Pero no descalifiquen e insulten, por favor. Sobre todo, cuando buena parte de esos creadores, se han pasado semanas poniendo a parir a la iglesia por opinar sobre el proceso electoral ¡y sin insultar a nadie, sin respaldar a nadie y sin pedir el voto para nadie!. Por cierto, alguien ha pensado que hasta el próximo 22 no se puede pedir el voto. Que es ilegal. Es lo mismo, ellos son creadores, artistas.
Por pura casualidad, estos tíos, majetes donde los haya y encantadores cuando se trata de promocionar sus "creaciones" para que las compremos, se han movilizado el mismo fin de semana (penúltimo antes del inicio de la campaña) coincidiendo, por pura casualidad, con el mitin de Zapatero en Vistalegre. El gran mitin de puesta de largo. El gran acto en el que Z (la simplificación del mensaje ha llegado al extremo, a este paso en las próximas elecciones se va a presentar con un dibujito, más o menos como intentó hacer Prince cuando se quiso desligar de su casa de discos con poco éxito) inició el mensaje de la movilización imprescindible.
Si se descuida nos llama tontos por no ir a votar. A voces, en mal tono incluso, nos dice que hay que movilizarse, que hay que hacer algo, que no basta con estar hartos. Ten cuidado presidente, no vaya a ser que saques de casa a ese 30 por ciento de personas que hacer 4 años te votaron y ahora prefieren quedarse en casa porque no tienen estómago para votarte de nuevo. Ten cuidado. Pero sobre todo, tranquilízate. Seguro que los datos que te pasa Blanco no son tan malos. Seguro que hay otras formas de movilizar al electorado y de poner en evidencia las propuestas del PP y de Rajoy. Seguro que puedes hacer una campaña positiva y tratar de ilusionar a este país. Algo muy necesario después de cuatro años que nunca deberían haber sido como han sido.
Deja a los curas en paz, deja el miedo tranquilo, di claramente que no habrá más negociación con ETA, asume que la crisis económica es real, que nos pilló con el pie cambiado y que vamos a hacer algo para superarla, no sigas diciendo que después de las elecciones todo va a ser distinto, como si la crisis fuese a disiparse como una niebla de primavera, resumiendo, deja de tomarnos por tontos y embrida a esos "creadores" que sólo crean mal estar entre los españoles.
Si te sientes cómodo con esa simple Z, si prefieres seguir unido a esos cejijuntos que arremeten contra la mitad de España, allá tú. Lo mismo, en tu afán de pasar a la historia, quieres ser el primer presidente de gobierno que llega y se va de Moncloa en unas elecciones, con una diferencia de 4 años.
Con tal de pasar a la historia, hay algunos que no saben lo que hacer.
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