miércoles, 13 de febrero de 2008

EL DEBATE O MAREAR LA PERDIZ

Yo no termino de entenderlo. Si quieres debates, fijalos y si no, di que no. Y punto. En las últimas elecciones municipales y autonómicas (las de 2003 y las de 2007) hubo debates. En las catalanas hubo debates. En las vascas hubo debates. No tiene demasiada explicación no hacer debates. La clave de los debates está en ti mismo y en el adversario, no en donde se celebran o en quien modera. Además, con los corsés que ponen los partidos, el margen de maniobra es muy limitado.
Cuando un candidato marea la perdiz con los debates, sólo puede jugar en su contra. Cualquier argumento se vuelve peregrino y ridículo. Además, sólo demuestra debilidad. No cuestiono que se busquen condiciones más o menos favorables, pero sin caer en el ridículo. Nunca la oferta de alternativas fue tan grande para celebrar debates. Nunca se plantearon tantas alternativas. Nunca se estuvo tan cerca de un acuerdo y se mareo tanto el debate con elementos secundarios.
El que no quiera debates, que lo diga así, clarito. Y que se atenga a las consecuencias. Pero que se atenga. Este es el momento de demostrar que se es mejor parlamentario, mejor dialéctico y que se está mejor preparado. Es cierto que casi todos los medios han dado perdedor a Rajoy en los debates sobre el estado de la nación de la legislatura. Pero no es menos cierto que el formato de esos debates favorece al presidente.
Este es el momento del desquite para Rajoy. Este es el momento de concretar que las diferencias en las encuestas se queden reducidas a la nada. Este es el momento de demostrar que hay una alternativa política real. Si no lo hace, Rajoy la habrá cagado. ¿A qué espera?.
Que no se olvide que Aguirre y Gallardón ganaron de calle sus debates en los últimos casos en que se celebraron. ¿Quizás eso también le está apretando el zapato?.

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