Zapatero lo dijo clarito, el partido que gane las elecciones lo hará en votos y en escaños. No lo dijo tan claro, pero se le entendió perfectamente. Ese partido ganador será el PSOE. Respondía Zapatero a la pregunta de Gloria Lomana en Antena 3 sobre que pasaría si un partido sacaba más votos y otro más escaños. Teniendo en cuenta sus dotes adivinatorias, los socialistas deberían echarse a temblar. Zapatero pronosticó la victoria de John Kerry, de Gergard Schroeder, de Segolene Royal, de Pérez Toruiño, de José Montilla,… Un crack de la predicción vamos.
Pero los socialistas están tranquilos y confiados. En voz baja hablan de que rozan la mayoría absoluta. Quizás de ahí viene la afirmación de Zapatero en Antena 3. En cualquier caso, la tranquilidad también puede venir de la auto-proclamada capacidad del líder socialista para reconocer sus errores y rectificar. Lleva toda la campaña vanagloriándose de que ha demostrado tal capacidad durante la legislatura y nadie del PP, ni siquiera Rajoy en el debate del lunes, le ha rectificado. Tampoco nadie del PP, tampoco Rajoy, le ha metido el dedo en ese ojo.
Efectivamente, Zapatero no tiene problema en rectificar y en reconocer errores. Patinó en la negociación con ETA (y patinó más de una vez, según sus propias palabras) y ahí está, defendiendo su posición sin inmutarse. Patinó al pronosticar que no había problemas en la economía española y en el mismo debate del lunes se le escapó la palabra maldita, crisis, pero Rajoy no vio la puerta que se abría y Zapatero, sin inmutarse, a lo suyo. Patinó al comprometerse, en veces sucesivas con el estatut de Cataluña (primero con Montilla, luego con Mas) y nada, ahora defiende su constitucionalidad hasta que el TC se pronuncie. Luego, defenderá, con la misma firmeza, lo que haya dicho el Constitucional.
Zapatero se está confirmando como un autentico genio en decir en cada momento y a cada interlocutor lo que conviene, luego hacer lo que cree mejor y que no pase nada, que no le pasen facturas. Eso si es un estadista y lo demás son tonterías.
Cuesta recordar algún viaje del presidente fuera de España que no sea para asistir a alguna cumbre (de la UE, Iberoamericana, bilaterales con Francia, Alemania, Italia,…) y dice, sin que nadie se le tire a la yugular, que su agenda internacional es equiparable a la del resto de los presidentes españoles. No se cansa de insistir en que, como líder de la oposición buscó el acuerdo con el Gobierno de Aznar y en ofrecer pactos al ejecutivo y en respaldar las decisiones en la lucha anti-terrorista. También se le llena la boca al asegurar que ha citado a Rajoy en Moncloa muchas más veces de lo que él fue citado por Aznar. Fíjense que Aznar es omnipresente en su discurso.
Suponiendo que efectivamente realizó una oposición tan responsable como pregona, sólo cabe pensar que, al llegar al Gobierno, pensó que no le convenía ese mismo tipo de oposición. Que era mejor mantenerla al margen y que el mejor camino es el que tan buenos resultados le ha dado en otros casos. Mucha política de gestos, mucha relación cordial de cara a los medios y a las hemerotecas y luego hacer lo que se me ponga en los… Perdón, lo que cree que tiene que hacer. ¡Qué capacidad, dios mío, qué capacidad!.
Y ojo, que no estoy poniendo en cuestión el fondo del asunto. A lo mejor está haciendo lo que hay que hacer. A lo mejor España y los españoles tenemos que agradecerle estos 4 años como los de las reformas necesarias, como aquellos años que fueron conducidos con mano de hierro hacia el futuro a pesar de las críticas y de las circunstancias adversas. Pero no siempre lo parece.
jueves, 28 de febrero de 2008
lunes, 18 de febrero de 2008
DE SONDEOS Y ESTRATEGIAS
Las encuestas han entrado en campaña. Siempre hemos tenido la sensación de que tal o cual sondeo tenía un sesgo concreto en función de quien lo encarga. Un sesgo y una intencionalidad o un propósito. Si, además, hablamos del macrosondeo del CIS, más. Pero este año se está dando un pasito más. Los resultados están siendo utilizados dentro de las campañas de los dos grandes partidos. Unos resultados que, rápidamente, vienen asociados a la reorientación de los medios de comunicación. Reorientación entendida como forma de contar la pre-campaña en favor o en contra de un determinado partido.
Algo debe estar pasando en el entorno de Ferraz para que ZP esté tan tenso en sus mítines. Para que El País anuncie que el PSOE va a apelar a la emotividad. Para que el entorno de Blanco esté filtrando que los sondeos les preocupan cada vez más. Para que los mensajes de los candidatos socialistas se parezcan demasiado a los que utilizaron sus mayores en 1993 y 1996. Algo debe estar pasando.
Algo también deben estar esperando en el PP cuando Rajoy habla de currantes y de defender los valores del socialismo clásico. Algo tienen en mente cuando hablan de convencer, de hacer propuestas y no de arremeter contra el Gobierno. Algo deben tener en mente cuando no hablan de las encuestas.
Unos y otros, obviamente, siguen sus respectivas estrategias. Cuando el 10 de marzo se pongan, unos y otros, a analizar los resultados, harán como los economistas. Nos explicarán porque ha pasado lo que ha pasado. Nos convencerán de que la estrategia seguida era un error o un acierto. Pero siempre, con los resultados ya en la mano. A eso, en las cartas, se le llama ser jugador de ventaja.
Yo, modestamente, me atrevo a hacer un pronóstico. Si Zapatero y Rajoy están preparando los debates con las personas que este fin de semana han aparecido publicadas en algún medio, Rajoy lo va a pasar mal. Y eso que yo creo que es mejor polemista que Zapatero. Y si Rajoy lo pasa mal en los debates, "el empate técnico" de las encuestas se va por el desagüe. Por cierto, si el CIS da que el PSOE está sólo punto y medio por delante del PP a un mes de los comicios, tengan por seguro que el PSOE está cómodamente en una distancia de 4 ó 5 puntos. Cómodamente aunque ellos sigan pensando que no es suficiente y que necesitan algo más. Por eso retocan el sondeo.
Pero, algo está pasando y los españoles sólo nos enteraremos después del 10 de marzo.
Algo debe estar pasando en el entorno de Ferraz para que ZP esté tan tenso en sus mítines. Para que El País anuncie que el PSOE va a apelar a la emotividad. Para que el entorno de Blanco esté filtrando que los sondeos les preocupan cada vez más. Para que los mensajes de los candidatos socialistas se parezcan demasiado a los que utilizaron sus mayores en 1993 y 1996. Algo debe estar pasando.
Algo también deben estar esperando en el PP cuando Rajoy habla de currantes y de defender los valores del socialismo clásico. Algo tienen en mente cuando hablan de convencer, de hacer propuestas y no de arremeter contra el Gobierno. Algo deben tener en mente cuando no hablan de las encuestas.
Unos y otros, obviamente, siguen sus respectivas estrategias. Cuando el 10 de marzo se pongan, unos y otros, a analizar los resultados, harán como los economistas. Nos explicarán porque ha pasado lo que ha pasado. Nos convencerán de que la estrategia seguida era un error o un acierto. Pero siempre, con los resultados ya en la mano. A eso, en las cartas, se le llama ser jugador de ventaja.
Yo, modestamente, me atrevo a hacer un pronóstico. Si Zapatero y Rajoy están preparando los debates con las personas que este fin de semana han aparecido publicadas en algún medio, Rajoy lo va a pasar mal. Y eso que yo creo que es mejor polemista que Zapatero. Y si Rajoy lo pasa mal en los debates, "el empate técnico" de las encuestas se va por el desagüe. Por cierto, si el CIS da que el PSOE está sólo punto y medio por delante del PP a un mes de los comicios, tengan por seguro que el PSOE está cómodamente en una distancia de 4 ó 5 puntos. Cómodamente aunque ellos sigan pensando que no es suficiente y que necesitan algo más. Por eso retocan el sondeo.
Pero, algo está pasando y los españoles sólo nos enteraremos después del 10 de marzo.
LAMENTABLE ESPECTÁCULO
Ya lo he puesto por escrito, pero lo voy a repetir. Mienten los que insisten en asegurar que los debates electorales son un derecho de los ciudadanos, que los políticos nos lo deben. Mienten.
Los debates son un paripé, propio de la sociedad de la televisión en la que nos encontramos. Son una forma de insistir y destacar lo anecdótico, lo momentáneo, lo fugaz, frente a lo importante, lo perdurable. Los políticos no nos deben un debate, ni dos, ni tres. Nos deben un comportamiento íntegro y una dedicación honrada sea en el gobierno o en la oposición.
Ya se que, como me pasa muy a menudo, lo que digo no es políticamente correcto y no sienta bien a casi nadie. Me da igual. Máxime cuando las circunstancias actuales me dan la razón. Fíjense ustedes en el lamentable espectáculo que nos han dado los dos principales partidos durante lo que llevamos de año a cuenta de los puñeteros debates. Que si sí, que si no; que si dos, que si 3, que si en esta tele, que si en la otra;... Una vergüenza. Pero los medios no se han quedado atrás. Yo quiero, yo también, tu no te lo mereces, yo sí. No importaba demasiado. Parecía una cosa entre los partidos, con los medios como víctimas propiciatorias.
Pero claro, ahora ya sabemos que la señal va a ser claramente institucional, generada por la Academia de la Televisión (felicitaciones a Manuel Campo Vidal por su acierto en proponerse y por la gestión) y para todos por igual. Y ahí pierden la careta (acción tan de moda últimamente) todos los medios. Unos a favor y otros en contra, claro está. La denostada TVE y algunas autonómicas, no menos denostadas, no dudan ni un instante: los van a dar sea cual sea el decorado, el moderador, el realizador,...
Otras cadenas, no tanto. Tele 5 ha sido la más honrada. Pasa desde el minuto cero. Le interesa más su CSI y su entretenimiento, en lo que son líderes, que la información, venida a menos en esa cadena sobre todo desde la salida de Juan Pedro Valentín.
Antena 3 espera a conocer a los moderadores porque, claro, quieren a uno de los suyos. Cuatro, que por boca de Daniel Gavela, se ha hinchado a decir que los darían en cualquier circunstancia, no se ha cortado un pelo en conspirar a tutiplén para colocar a otro de los suyos. Menos mal que La Sexta, sin peso informativo y sin egos que saciar, no ha entrado en el navajeo.
Vamos a ver. No hemos quedado que es un derecho de los ciudadanos, no hemos quedado que lo importante son los candidatos y lo que tengan que decir. ¡Qué coño importa entonces el moderador!. Que llamen al señor "Rolex" y lo pongan a moderar, a dar paso a uno y a otro en función de lo que diga el reloj y punto. No hemos quedado, además, que los partidos han pactado unas normas tan estrictas que van a ser unos debates muy encorsetados, para que queremos entonces a los más brillantes profesionales del periodismo de España peleándose por hacerse esa foto para la historia.
Lamentable, vergonzoso.
Como nadie me va a hacer caso, aunque haya honrosas excepciones que me lean, me voy a permitir hacer 3 sugerencias, de lo más obvio a lo más pintoresco.
Opción 1, genérense dos equipos diferentes de varias personas para cada uno de los debates. Personas incuestionables en su conjunto que vayan dando paso a los distintos bloques del debate. 3 ó 4 personas por debate me parece razonable. Y Manuel Campo Vidal, como anfitrión, los recibe, los acoge y los despide.
Opción 2, pintoresca. Ya que los medios no se van a poner de acuerdo y han sustituido a los partidos en peleas absurdas que no llegan ni interesan a los ciudadanos, prescíndase de todos los nombres que nos puedan venir a la cabeza por estar todos los días en los medios. Seguro que podemos buscar a dos profesionales, de prestigio, con experiencia, con méritos y que no estén actualmente en la primera línea. ¡Anda, si tenemos dos perfectos para esto! Manuel Campo Vidal y Luis Mariñas. Que, oh casualidad, moderaron los dos debates de 1993. Que gracia.
Opción 3, peregrina. Como no hay salida posible, recurramos a personas ya retiradas tipo Lalo Azcona, Pepe Navarro, Paco Lobaton, Ángeles Caso,... No me digan que no sería curioso y divertido.
Al final, vuelvo a la realidad y les hago un pronóstico. Los grandes medios se saldrán con la suya. Los partidos se acochinarán en chiqueros y veremos a los de siempre tratando de sacar la cabeza entre Zapatero y Rajoy para redondear currículum personal y dejar bien a sus respectivos grupos empresariales.
Lo dicho, lamentable.
Los debates son un paripé, propio de la sociedad de la televisión en la que nos encontramos. Son una forma de insistir y destacar lo anecdótico, lo momentáneo, lo fugaz, frente a lo importante, lo perdurable. Los políticos no nos deben un debate, ni dos, ni tres. Nos deben un comportamiento íntegro y una dedicación honrada sea en el gobierno o en la oposición.
Ya se que, como me pasa muy a menudo, lo que digo no es políticamente correcto y no sienta bien a casi nadie. Me da igual. Máxime cuando las circunstancias actuales me dan la razón. Fíjense ustedes en el lamentable espectáculo que nos han dado los dos principales partidos durante lo que llevamos de año a cuenta de los puñeteros debates. Que si sí, que si no; que si dos, que si 3, que si en esta tele, que si en la otra;... Una vergüenza. Pero los medios no se han quedado atrás. Yo quiero, yo también, tu no te lo mereces, yo sí. No importaba demasiado. Parecía una cosa entre los partidos, con los medios como víctimas propiciatorias.
Pero claro, ahora ya sabemos que la señal va a ser claramente institucional, generada por la Academia de la Televisión (felicitaciones a Manuel Campo Vidal por su acierto en proponerse y por la gestión) y para todos por igual. Y ahí pierden la careta (acción tan de moda últimamente) todos los medios. Unos a favor y otros en contra, claro está. La denostada TVE y algunas autonómicas, no menos denostadas, no dudan ni un instante: los van a dar sea cual sea el decorado, el moderador, el realizador,...
Otras cadenas, no tanto. Tele 5 ha sido la más honrada. Pasa desde el minuto cero. Le interesa más su CSI y su entretenimiento, en lo que son líderes, que la información, venida a menos en esa cadena sobre todo desde la salida de Juan Pedro Valentín.
Antena 3 espera a conocer a los moderadores porque, claro, quieren a uno de los suyos. Cuatro, que por boca de Daniel Gavela, se ha hinchado a decir que los darían en cualquier circunstancia, no se ha cortado un pelo en conspirar a tutiplén para colocar a otro de los suyos. Menos mal que La Sexta, sin peso informativo y sin egos que saciar, no ha entrado en el navajeo.
Vamos a ver. No hemos quedado que es un derecho de los ciudadanos, no hemos quedado que lo importante son los candidatos y lo que tengan que decir. ¡Qué coño importa entonces el moderador!. Que llamen al señor "Rolex" y lo pongan a moderar, a dar paso a uno y a otro en función de lo que diga el reloj y punto. No hemos quedado, además, que los partidos han pactado unas normas tan estrictas que van a ser unos debates muy encorsetados, para que queremos entonces a los más brillantes profesionales del periodismo de España peleándose por hacerse esa foto para la historia.
Lamentable, vergonzoso.
Como nadie me va a hacer caso, aunque haya honrosas excepciones que me lean, me voy a permitir hacer 3 sugerencias, de lo más obvio a lo más pintoresco.
Opción 1, genérense dos equipos diferentes de varias personas para cada uno de los debates. Personas incuestionables en su conjunto que vayan dando paso a los distintos bloques del debate. 3 ó 4 personas por debate me parece razonable. Y Manuel Campo Vidal, como anfitrión, los recibe, los acoge y los despide.
Opción 2, pintoresca. Ya que los medios no se van a poner de acuerdo y han sustituido a los partidos en peleas absurdas que no llegan ni interesan a los ciudadanos, prescíndase de todos los nombres que nos puedan venir a la cabeza por estar todos los días en los medios. Seguro que podemos buscar a dos profesionales, de prestigio, con experiencia, con méritos y que no estén actualmente en la primera línea. ¡Anda, si tenemos dos perfectos para esto! Manuel Campo Vidal y Luis Mariñas. Que, oh casualidad, moderaron los dos debates de 1993. Que gracia.
Opción 3, peregrina. Como no hay salida posible, recurramos a personas ya retiradas tipo Lalo Azcona, Pepe Navarro, Paco Lobaton, Ángeles Caso,... No me digan que no sería curioso y divertido.
Al final, vuelvo a la realidad y les hago un pronóstico. Los grandes medios se saldrán con la suya. Los partidos se acochinarán en chiqueros y veremos a los de siempre tratando de sacar la cabeza entre Zapatero y Rajoy para redondear currículum personal y dejar bien a sus respectivos grupos empresariales.
Lo dicho, lamentable.
jueves, 14 de febrero de 2008
ELLOS SABRÁN
¡Vaya por dios!, otra vez un micro abierto deja con el culo al aire al político de turno.
Y mira que me cuesta creer que todo un presidente del gobierno la cague de esa manera. Sobre todo Zapatero I el del talante. Pero claro, la entrevista había sido tan light, tan dulce, tan de guante blanco, que las ganas de dar caña tenían que aflorar por algún sitio. Y eso, que 48 horas antes se había despachado a gusto en el mitin de Vistalegre. Allí dijo aquello de que "no vale con estar hartos", "hay que movilizarse para evitar que vuelvan". ¡Vaya con el talante!. ¡Qué talento!.
Ahora explican lo de la tensión de mil maneras. ¡A ver que remedio!. Pero todos hemos entendido el mensaje. Con las cosas como están y sin "miedo" a la derecha, lo ven crudo. O, por lo menos, no lo ven tan claro. Y eso que los del PP no terminan de aclararse con lo de los debates. Vaya por dios.
La fenecida "El Ala Oeste de la Casa Blanca" esta tan de moda como cuando se emitía. El proceso de primarias en Estados Unidos tiene claros paralelismos con la sexta temporada de esta gran serie. Los aficionados a la política estadounidense y a la serie están animando la red con foros y comentarios donde la ficción se confunde con la realidad. Pero, pensando en el proceso electoral español, yo me acuerdo más de la tercera temporada. Aquella en la que se desarrolla la re-elección del presidente.
Jeb Bartlet es el prototipo del presidente preparado (economista y premio nobel), que se rige por unos principios humanitarios y progresistas (cada vez que tiene que dar una orden de ataque le sale una úlcera). Es el prototipo del presidente ideal, vamos. Lo que nunca ha ocurrido en más de 200 años de democracia presidencialista en Estados Unidos. Jeb Bartlet, digo, se presenta como claro ganador en los inevitables debates electorales. El candidato repúblicano (James Brolin) es el típico sureño torpe y sin capacidad dialéctica (gran parecido con el simio que ocupa la Casa Blanca desde que iniciamos el siglo). En un capítulo concreto, los asesores de Bartlet deciden proponer un solo debate.
En realidad, querrían celebrar 4, 5, 6, los que fuera necesario. Pero las limitaciones y corsés que han impuesto las autoridades competentes son tan grandes que prefieren celebrar uno solo, pero de verdad. Donde se pueda demostrar, en serio, que un debate es algo más que dos candidatos ante las cámaras. Y se salen con la suya. No estaría de más que unos y otros revisasen ese capítulo y alguno más de esta serie, no suficientemente valorada en España (aunque somos unos cuantos los incondicionales, tanto por sus valores televisivos como por los políticos).
Rajoy se pasó meses lamentándose de no haber ido a los debates en 2004. "Me equivoqué, me equivoqué", repetía, "fue un error". Pero, ya lo decía Paco Costas, el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Ahora está enfangándose en la misma cuestión. No sé si motu propio o aconsejado por alguien/es. De todas formas, se ve que a Mariano le gusta hacer las cosas difíciles o tener excusas preparadas para el lamento.
Ellos sabrán.
Y mira que me cuesta creer que todo un presidente del gobierno la cague de esa manera. Sobre todo Zapatero I el del talante. Pero claro, la entrevista había sido tan light, tan dulce, tan de guante blanco, que las ganas de dar caña tenían que aflorar por algún sitio. Y eso, que 48 horas antes se había despachado a gusto en el mitin de Vistalegre. Allí dijo aquello de que "no vale con estar hartos", "hay que movilizarse para evitar que vuelvan". ¡Vaya con el talante!. ¡Qué talento!.
Ahora explican lo de la tensión de mil maneras. ¡A ver que remedio!. Pero todos hemos entendido el mensaje. Con las cosas como están y sin "miedo" a la derecha, lo ven crudo. O, por lo menos, no lo ven tan claro. Y eso que los del PP no terminan de aclararse con lo de los debates. Vaya por dios.
La fenecida "El Ala Oeste de la Casa Blanca" esta tan de moda como cuando se emitía. El proceso de primarias en Estados Unidos tiene claros paralelismos con la sexta temporada de esta gran serie. Los aficionados a la política estadounidense y a la serie están animando la red con foros y comentarios donde la ficción se confunde con la realidad. Pero, pensando en el proceso electoral español, yo me acuerdo más de la tercera temporada. Aquella en la que se desarrolla la re-elección del presidente.
Jeb Bartlet es el prototipo del presidente preparado (economista y premio nobel), que se rige por unos principios humanitarios y progresistas (cada vez que tiene que dar una orden de ataque le sale una úlcera). Es el prototipo del presidente ideal, vamos. Lo que nunca ha ocurrido en más de 200 años de democracia presidencialista en Estados Unidos. Jeb Bartlet, digo, se presenta como claro ganador en los inevitables debates electorales. El candidato repúblicano (James Brolin) es el típico sureño torpe y sin capacidad dialéctica (gran parecido con el simio que ocupa la Casa Blanca desde que iniciamos el siglo). En un capítulo concreto, los asesores de Bartlet deciden proponer un solo debate.
En realidad, querrían celebrar 4, 5, 6, los que fuera necesario. Pero las limitaciones y corsés que han impuesto las autoridades competentes son tan grandes que prefieren celebrar uno solo, pero de verdad. Donde se pueda demostrar, en serio, que un debate es algo más que dos candidatos ante las cámaras. Y se salen con la suya. No estaría de más que unos y otros revisasen ese capítulo y alguno más de esta serie, no suficientemente valorada en España (aunque somos unos cuantos los incondicionales, tanto por sus valores televisivos como por los políticos).
Rajoy se pasó meses lamentándose de no haber ido a los debates en 2004. "Me equivoqué, me equivoqué", repetía, "fue un error". Pero, ya lo decía Paco Costas, el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Ahora está enfangándose en la misma cuestión. No sé si motu propio o aconsejado por alguien/es. De todas formas, se ve que a Mariano le gusta hacer las cosas difíciles o tener excusas preparadas para el lamento.
Ellos sabrán.
miércoles, 13 de febrero de 2008
EL DEBATE O MAREAR LA PERDIZ
Yo no termino de entenderlo. Si quieres debates, fijalos y si no, di que no. Y punto. En las últimas elecciones municipales y autonómicas (las de 2003 y las de 2007) hubo debates. En las catalanas hubo debates. En las vascas hubo debates. No tiene demasiada explicación no hacer debates. La clave de los debates está en ti mismo y en el adversario, no en donde se celebran o en quien modera. Además, con los corsés que ponen los partidos, el margen de maniobra es muy limitado.
Cuando un candidato marea la perdiz con los debates, sólo puede jugar en su contra. Cualquier argumento se vuelve peregrino y ridículo. Además, sólo demuestra debilidad. No cuestiono que se busquen condiciones más o menos favorables, pero sin caer en el ridículo. Nunca la oferta de alternativas fue tan grande para celebrar debates. Nunca se plantearon tantas alternativas. Nunca se estuvo tan cerca de un acuerdo y se mareo tanto el debate con elementos secundarios.
El que no quiera debates, que lo diga así, clarito. Y que se atenga a las consecuencias. Pero que se atenga. Este es el momento de demostrar que se es mejor parlamentario, mejor dialéctico y que se está mejor preparado. Es cierto que casi todos los medios han dado perdedor a Rajoy en los debates sobre el estado de la nación de la legislatura. Pero no es menos cierto que el formato de esos debates favorece al presidente.
Este es el momento del desquite para Rajoy. Este es el momento de concretar que las diferencias en las encuestas se queden reducidas a la nada. Este es el momento de demostrar que hay una alternativa política real. Si no lo hace, Rajoy la habrá cagado. ¿A qué espera?.
Que no se olvide que Aguirre y Gallardón ganaron de calle sus debates en los últimos casos en que se celebraron. ¿Quizás eso también le está apretando el zapato?.
Cuando un candidato marea la perdiz con los debates, sólo puede jugar en su contra. Cualquier argumento se vuelve peregrino y ridículo. Además, sólo demuestra debilidad. No cuestiono que se busquen condiciones más o menos favorables, pero sin caer en el ridículo. Nunca la oferta de alternativas fue tan grande para celebrar debates. Nunca se plantearon tantas alternativas. Nunca se estuvo tan cerca de un acuerdo y se mareo tanto el debate con elementos secundarios.
El que no quiera debates, que lo diga así, clarito. Y que se atenga a las consecuencias. Pero que se atenga. Este es el momento de demostrar que se es mejor parlamentario, mejor dialéctico y que se está mejor preparado. Es cierto que casi todos los medios han dado perdedor a Rajoy en los debates sobre el estado de la nación de la legislatura. Pero no es menos cierto que el formato de esos debates favorece al presidente.
Este es el momento del desquite para Rajoy. Este es el momento de concretar que las diferencias en las encuestas se queden reducidas a la nada. Este es el momento de demostrar que hay una alternativa política real. Si no lo hace, Rajoy la habrá cagado. ¿A qué espera?.
Que no se olvide que Aguirre y Gallardón ganaron de calle sus debates en los últimos casos en que se celebraron. ¿Quizás eso también le está apretando el zapato?.
martes, 12 de febrero de 2008
DON ALFREDO ENTRA EN CAMPAÑA
Hablar del peor Ministro de Interior de la democracia, cuando en tus filas tienes personajes que van de José Barrionuevo a ti mismo (falta de modestia) pasando por José Luis Corcuera, Antoni Asunción, Juan Alberto Belloch o José Antonio Alonso, es algo más que una imprudencia.
Sí a eso se suma que la nueva fase de la campaña se basa en sacar del fondo de armario (aprovechando que estamos en la semana de la Pasarela Cibeles) la gestión del otro candidato, la sorpresa es la nota general.
Cuando convocas a los periodistas para hablar de tus propuestas y todas tus propuestas se limitan a contar lo mal que estaba la cosa hace 6 años es que algo no va (no te va) bien.
Sí eso, además, lo hace uno de los políticos que mejor se enfrenta a los periodistas, con probada capacidad maquiavélica, y con una creatividad en los mensajes fuera de toda duda ("merecemos un gobierno que no nos mienta"), se dan todos los ingredientes para pensar que la preocupación en Ferraz es grande.
Por cierto, ¿cuánto hacía que Don Alfredo no utilizaba la sala de prensa de Ferraz con la soltura de los últimos días?.
Sí a eso se suma que la nueva fase de la campaña se basa en sacar del fondo de armario (aprovechando que estamos en la semana de la Pasarela Cibeles) la gestión del otro candidato, la sorpresa es la nota general.
Cuando convocas a los periodistas para hablar de tus propuestas y todas tus propuestas se limitan a contar lo mal que estaba la cosa hace 6 años es que algo no va (no te va) bien.
Sí eso, además, lo hace uno de los políticos que mejor se enfrenta a los periodistas, con probada capacidad maquiavélica, y con una creatividad en los mensajes fuera de toda duda ("merecemos un gobierno que no nos mienta"), se dan todos los ingredientes para pensar que la preocupación en Ferraz es grande.
Por cierto, ¿cuánto hacía que Don Alfredo no utilizaba la sala de prensa de Ferraz con la soltura de los últimos días?.
lunes, 11 de febrero de 2008
UNA DE RÍOS CON RÁPIDOS
Un día digo, con el padre Iñaki como testigo, que lo único que me molesta de la Ley de Matrimonios Homosexuales es que a esas uniones se les llame matrimonio y dos días después anuncio que voy a recortar ese mismo texto para impedirles adoptar. Son cosas de la campaña, a cada auditorio, lo que quiere oir. Total, sólo me olvido de que las campañas modernas se juegan en internet, donde todo fluje con rapidez.
Es el "río" internet, frente al "lago" de los medios habituales en el siglo XX.
Un día digo que no hay crisis ni visos de que la vaya a haber. Al siguiente que si la hay, en primavera, en cuanto pasen las elecciones, estará superada. Al siguiente que se supere o no en primavera nosotros estamos mejor preparados para afrontarla que ellos. Uno después que nosotros repartimos la riqueza en forma de cheques regalo (olvidándome de que lo hacemos sólo cuando el voto está cerca) y ellos se limitan a dejarnos más dinero en el bolsillo en todo momento para que hagamos lo que consideremos oportuno porque, para eso es nuestro dinero.
El río sigue fluyendo rápido, a trompicones, en cascada si me apuran.
Me acuerdo de "La Reina de África". Si superas un descenso por esos rápidos, la sensación de estar vivo es enorme, indescriptible, soberbia. Pero hay que superarlos. Ánimo.
Es el "río" internet, frente al "lago" de los medios habituales en el siglo XX.
Un día digo que no hay crisis ni visos de que la vaya a haber. Al siguiente que si la hay, en primavera, en cuanto pasen las elecciones, estará superada. Al siguiente que se supere o no en primavera nosotros estamos mejor preparados para afrontarla que ellos. Uno después que nosotros repartimos la riqueza en forma de cheques regalo (olvidándome de que lo hacemos sólo cuando el voto está cerca) y ellos se limitan a dejarnos más dinero en el bolsillo en todo momento para que hagamos lo que consideremos oportuno porque, para eso es nuestro dinero.
El río sigue fluyendo rápido, a trompicones, en cascada si me apuran.
Me acuerdo de "La Reina de África". Si superas un descenso por esos rápidos, la sensación de estar vivo es enorme, indescriptible, soberbia. Pero hay que superarlos. Ánimo.
LOS CEJIJUNTOS
Lo siento por esos 2 ó 3 fieles lectores, pero creo que me voy a poner pesado, durante las próximas semanas, con los temas de la precampaña y la campaña electoral. Arrinconar al adversario hasta hacerlo parecer extremista. Simplificar el mensaje propio hasta reducirlo al tamaño de eslogan publicitario. Decir hoy una cosa y mañana matizarla hasta hacerla digerible por los votantes potenciales. Campaña en estado puro. Pereza.
Pereza que han sentido, hasta este fin de semana, nuestros artistas. Hacía cuatro años que no se movilizaban, que no daban señales de vida. Bueno, no es cierto. Cuando vieron que la ley del cine no iba por donde ellos querían, apretaron las clavijas hasta echar a la ministra Calvo. Cuando el canon parecía no llegar, nos apretaron las clavijas a todos hasta sacar el dinerito que consideraban necesario para seguir con el cuento. Pero en los temas que a todos nos importan han estado perezosos.
Los mismos que nos dieron la gala de los Goya (ya peñazo insoportable de por sí) con el No a la guerra, el Nunca mais y el Aznar fuera, no consideraron necesario, ni ahora ni antes ni nunca, decir ni pío ni por los estatutos, ni por los atentados, ni por la negociación con ETA, ni por la inactividad económica. Pase. Obviamente, ellos, como todos, están en su derecho de administrar sus silencios y sus palabras como quieran. Por eso, precisamente por eso, estoy en mi derecho de decir que ellos, "nuestros artistas" tienen mucha jeta.
No porque hablen, no porque callen, no por que digan. Tienen mucha jeta porque son una panda de egoístas.
En Estados Unidos, ese satán que tanto critican, que tanto denigran. Ese satán al que pierden el culo por ir a currar, porque pagan bien y es el mejor escaparate del mundo. Ese satán donde les premian y están que no les cabe un alfiler en el culo. Ese satán, Estados Unidos, es un país en el que cualquiera muestra su respaldo siempre, o cuando quiere, a quien le parece. No es infrecuente que en una elección se respalde a un republicano y en el siguiente a un demócrata. Tampoco es infrecuente que se respalde a un candidato y, años después, se reconozca que fue un error. Pero hay una diferencia importante. En ese satán, la política y los políticos dependen de los artistas. Los buscan. Anhelan su apoyo y, cuando lo consiguen, lo agitan con tanto ímpetu como si fuese la mismísima bandera de las barras y estrellas. Aquí, en España (y en Europa) los "artistas" dependen de los políticos y buscan mantener el pienso de la mejor manera posible.
Así pues, los artistas pueden opinar. Y todos a escucharles y a entender sus argumentos. Pero el resto no puede decir ni pío. Aún más. Cuanto algún "artista" se descarría y defiende i apoya al PP, en seguida se recuerda que hace años que no hace nada digno, que está en caída libre, que ya no crea, que sólo es un pesebrero,... Y en el PP, que son tontos de solemnidad, se callan, no dicen ni mu, y cuando llegan al poder les siguen dando cuerda, no vaya a ser que les pongan a parir. ¡Pero si lo van a hacer igual, coño! ¡A ver cuando aprendéis y respaldáis a los verdaderos artistas y creadores y no a esta panda de mascanabos que sólo viven del cuento!.
Perdón, no quería expresarme así de pasional, pero claro, como ellos nos han insultado a todos los españoles, me he creído en derecho de ponerles en su sitio.
Pues claro. Ustedes digan, defiendan, critiquen, opinen, argumenten. Pero no descalifiquen e insulten, por favor. Sobre todo, cuando buena parte de esos creadores, se han pasado semanas poniendo a parir a la iglesia por opinar sobre el proceso electoral ¡y sin insultar a nadie, sin respaldar a nadie y sin pedir el voto para nadie!. Por cierto, alguien ha pensado que hasta el próximo 22 no se puede pedir el voto. Que es ilegal. Es lo mismo, ellos son creadores, artistas.
Por pura casualidad, estos tíos, majetes donde los haya y encantadores cuando se trata de promocionar sus "creaciones" para que las compremos, se han movilizado el mismo fin de semana (penúltimo antes del inicio de la campaña) coincidiendo, por pura casualidad, con el mitin de Zapatero en Vistalegre. El gran mitin de puesta de largo. El gran acto en el que Z (la simplificación del mensaje ha llegado al extremo, a este paso en las próximas elecciones se va a presentar con un dibujito, más o menos como intentó hacer Prince cuando se quiso desligar de su casa de discos con poco éxito) inició el mensaje de la movilización imprescindible.
Si se descuida nos llama tontos por no ir a votar. A voces, en mal tono incluso, nos dice que hay que movilizarse, que hay que hacer algo, que no basta con estar hartos. Ten cuidado presidente, no vaya a ser que saques de casa a ese 30 por ciento de personas que hacer 4 años te votaron y ahora prefieren quedarse en casa porque no tienen estómago para votarte de nuevo. Ten cuidado. Pero sobre todo, tranquilízate. Seguro que los datos que te pasa Blanco no son tan malos. Seguro que hay otras formas de movilizar al electorado y de poner en evidencia las propuestas del PP y de Rajoy. Seguro que puedes hacer una campaña positiva y tratar de ilusionar a este país. Algo muy necesario después de cuatro años que nunca deberían haber sido como han sido.
Deja a los curas en paz, deja el miedo tranquilo, di claramente que no habrá más negociación con ETA, asume que la crisis económica es real, que nos pilló con el pie cambiado y que vamos a hacer algo para superarla, no sigas diciendo que después de las elecciones todo va a ser distinto, como si la crisis fuese a disiparse como una niebla de primavera, resumiendo, deja de tomarnos por tontos y embrida a esos "creadores" que sólo crean mal estar entre los españoles.
Si te sientes cómodo con esa simple Z, si prefieres seguir unido a esos cejijuntos que arremeten contra la mitad de España, allá tú. Lo mismo, en tu afán de pasar a la historia, quieres ser el primer presidente de gobierno que llega y se va de Moncloa en unas elecciones, con una diferencia de 4 años.
Con tal de pasar a la historia, hay algunos que no saben lo que hacer.
Pereza que han sentido, hasta este fin de semana, nuestros artistas. Hacía cuatro años que no se movilizaban, que no daban señales de vida. Bueno, no es cierto. Cuando vieron que la ley del cine no iba por donde ellos querían, apretaron las clavijas hasta echar a la ministra Calvo. Cuando el canon parecía no llegar, nos apretaron las clavijas a todos hasta sacar el dinerito que consideraban necesario para seguir con el cuento. Pero en los temas que a todos nos importan han estado perezosos.
Los mismos que nos dieron la gala de los Goya (ya peñazo insoportable de por sí) con el No a la guerra, el Nunca mais y el Aznar fuera, no consideraron necesario, ni ahora ni antes ni nunca, decir ni pío ni por los estatutos, ni por los atentados, ni por la negociación con ETA, ni por la inactividad económica. Pase. Obviamente, ellos, como todos, están en su derecho de administrar sus silencios y sus palabras como quieran. Por eso, precisamente por eso, estoy en mi derecho de decir que ellos, "nuestros artistas" tienen mucha jeta.
No porque hablen, no porque callen, no por que digan. Tienen mucha jeta porque son una panda de egoístas.
En Estados Unidos, ese satán que tanto critican, que tanto denigran. Ese satán al que pierden el culo por ir a currar, porque pagan bien y es el mejor escaparate del mundo. Ese satán donde les premian y están que no les cabe un alfiler en el culo. Ese satán, Estados Unidos, es un país en el que cualquiera muestra su respaldo siempre, o cuando quiere, a quien le parece. No es infrecuente que en una elección se respalde a un republicano y en el siguiente a un demócrata. Tampoco es infrecuente que se respalde a un candidato y, años después, se reconozca que fue un error. Pero hay una diferencia importante. En ese satán, la política y los políticos dependen de los artistas. Los buscan. Anhelan su apoyo y, cuando lo consiguen, lo agitan con tanto ímpetu como si fuese la mismísima bandera de las barras y estrellas. Aquí, en España (y en Europa) los "artistas" dependen de los políticos y buscan mantener el pienso de la mejor manera posible.
Así pues, los artistas pueden opinar. Y todos a escucharles y a entender sus argumentos. Pero el resto no puede decir ni pío. Aún más. Cuanto algún "artista" se descarría y defiende i apoya al PP, en seguida se recuerda que hace años que no hace nada digno, que está en caída libre, que ya no crea, que sólo es un pesebrero,... Y en el PP, que son tontos de solemnidad, se callan, no dicen ni mu, y cuando llegan al poder les siguen dando cuerda, no vaya a ser que les pongan a parir. ¡Pero si lo van a hacer igual, coño! ¡A ver cuando aprendéis y respaldáis a los verdaderos artistas y creadores y no a esta panda de mascanabos que sólo viven del cuento!.
Perdón, no quería expresarme así de pasional, pero claro, como ellos nos han insultado a todos los españoles, me he creído en derecho de ponerles en su sitio.
Pues claro. Ustedes digan, defiendan, critiquen, opinen, argumenten. Pero no descalifiquen e insulten, por favor. Sobre todo, cuando buena parte de esos creadores, se han pasado semanas poniendo a parir a la iglesia por opinar sobre el proceso electoral ¡y sin insultar a nadie, sin respaldar a nadie y sin pedir el voto para nadie!. Por cierto, alguien ha pensado que hasta el próximo 22 no se puede pedir el voto. Que es ilegal. Es lo mismo, ellos son creadores, artistas.
Por pura casualidad, estos tíos, majetes donde los haya y encantadores cuando se trata de promocionar sus "creaciones" para que las compremos, se han movilizado el mismo fin de semana (penúltimo antes del inicio de la campaña) coincidiendo, por pura casualidad, con el mitin de Zapatero en Vistalegre. El gran mitin de puesta de largo. El gran acto en el que Z (la simplificación del mensaje ha llegado al extremo, a este paso en las próximas elecciones se va a presentar con un dibujito, más o menos como intentó hacer Prince cuando se quiso desligar de su casa de discos con poco éxito) inició el mensaje de la movilización imprescindible.
Si se descuida nos llama tontos por no ir a votar. A voces, en mal tono incluso, nos dice que hay que movilizarse, que hay que hacer algo, que no basta con estar hartos. Ten cuidado presidente, no vaya a ser que saques de casa a ese 30 por ciento de personas que hacer 4 años te votaron y ahora prefieren quedarse en casa porque no tienen estómago para votarte de nuevo. Ten cuidado. Pero sobre todo, tranquilízate. Seguro que los datos que te pasa Blanco no son tan malos. Seguro que hay otras formas de movilizar al electorado y de poner en evidencia las propuestas del PP y de Rajoy. Seguro que puedes hacer una campaña positiva y tratar de ilusionar a este país. Algo muy necesario después de cuatro años que nunca deberían haber sido como han sido.
Deja a los curas en paz, deja el miedo tranquilo, di claramente que no habrá más negociación con ETA, asume que la crisis económica es real, que nos pilló con el pie cambiado y que vamos a hacer algo para superarla, no sigas diciendo que después de las elecciones todo va a ser distinto, como si la crisis fuese a disiparse como una niebla de primavera, resumiendo, deja de tomarnos por tontos y embrida a esos "creadores" que sólo crean mal estar entre los españoles.
Si te sientes cómodo con esa simple Z, si prefieres seguir unido a esos cejijuntos que arremeten contra la mitad de España, allá tú. Lo mismo, en tu afán de pasar a la historia, quieres ser el primer presidente de gobierno que llega y se va de Moncloa en unas elecciones, con una diferencia de 4 años.
Con tal de pasar a la historia, hay algunos que no saben lo que hacer.
jueves, 7 de febrero de 2008
UNA DE CAL Y OTRA DE CAL
Compartir un secreto es darle un rejón de muerte. Al secreto en primer lugar. Al que entra en el secreto, a continuación. No me refiero al regodeo de saber algo que otro no sabe. Eso no es un secreto. Me refiero a saber algo que los otros no tienen y/o no pueden saber.
Dice mi admirado Raúl del Pozo esta mañana que Zapatero le preguntó por su voto ayer a la salida del Intercontinental. Pregunta inapropiada donde las haya y más si va dirigida de un político a un periodista. El voto es secreto por definición y un secreto, queda dicho, lo es en tanto en cuanto no se comparte.
El candidato había estado, minutos antes, en animada charla con el Nuncio en España. No puede olvidársenos que además de religioso, el Nuncio es, ante todo, embajador. Y que más da, conociendo la tendencia de Zapatero a patear la diplomacia. Al Nuncio, por lo demás invitado en ese acto, se le cantan las cuarenta y punto.
Tiene huevos la cosa. Zapatero, azote de curas, obispos y cardenales durante estas semanas y las que vendrán. Zapatero, que sin tregua, sin ETA y sin economía adopta a la iglesia como el clavo ardiendo para sostener su campaña. Pues mire usted (lo digo por decir), le voy a decir una cosa: no es que yo tenga simpatías por semejante gremio, pero usted patina.
Ni soy anti-curas (en realidad no creo ser anti nada) ni soy religioso. Si me apura, siento cierto desdén por los religiosos. Y mira que tengo buena relación con muchos de ellos. Y mira que, como en casi todas las familias españolas, tengo algún pariente (más o menos lejano) que es religioso. Pero cuando los curas pontifican me la refanfinfla un bastante.
Con todo, pocas veces he sentido mayor simpatía por ellos que cuanto oigo, leo o veo los ataques primarios que sufren desde su frente, señor Zapatero. Supongo que si sus estrategas han diseñado ese plan es porque intuyen que les va a ir bien. O es que es el menos malo de todos los que le quedan en la recámara. Pues le voy a contar un secreto: conmigo no funciona. Si de verdad quiere usted ganarse mi voto (supongo que no le sobran y le vendrá bien el 9 de marzo) ya está dejando a los curas en paz.
Entre ellos y usted hay una diferencia que para mi es fundamental. Ellos hablan casi exclusivamente para los suyos, para su clan, para su grupo. Ni usted ni yo formamos parte de él. Así que, ¡que coño nos importa lo que digan!. Que sean los católicos los que reaccionen. Usted en cambio, no sólo es el presidente en ejercicio de todos los españoles. Como candidato, que también lo es, tiene que dirigirse a todos nosotros. A todos, y no puede limitarse a torpezas de ese estilo que, seguro, le dan tantos apoyos como le quitan.
En estas estábamos cuando va el otro candidato… Desengáñense. En España sólo hay dos candidatos. El resto son comparsas. Porculeras, ciertamente, pero comparsas… Va el otro candidato, decía, y se descuelga con el lío de que “los inmigrantes respeten las costumbres españolas”. Que querrá decir Rajoy con ese tema. Aún más, ¿es qué los españoles respetamos nuestras costumbres?. ¿Cuáles son nuestras costumbres?.
Ya se que si lo pensamos dos minutos, fríamente y sin pasión, todos estaremos hablando de lo mismo, pero la propuesta tiene su miga.
Costumbre, en España, es bautizar a los hijos, casarse por la iglesia, ir de vacaciones al pueblo, jugar al tute o al dominó, tirar las colillas al suelo, hablar a voces, celebrar fiestas un fin de semana sí y otro también (sobre todo en verano),… Seguro que el candidato no estaba pensando en esto cuando hizo su propuesta.
Pensaría más en el tema del pañuelo de las mujeres en la cultura musulmana, en los símbolos religiosos, en las bandas de los jóvenes latinos,… Cuidado, me permito decir al respecto. Cuidado porque si prohibimos a las mujeres ir con pañuelo, la mitad rural de España puede tener un problema. Cuidado porque con los símbolos religiosos somos muchos los españoles de toda la vida que cada vez nos sentimos más incómodos. Cuidado, porque las bandas de jóvenes, más o menos violentas, son comunes en todo occidente desde hace décadas.
Seguro que Rajoy ha lanzado la propuesta con la mejor de las voluntades y pensando en los valores occidentales. Pero él, que es un tío listo, sabe, perfectamente, que buena parte de los valores occidentales están trufados, a tope, de principios orientales, musulmanes y de todo tipo. Por otra parte, integristas al margen, las tradiciones, las costumbres, se van adaptando, ajustando, modificando, olvidando y recuperando al ritmo mismo de la vida.
Miedo me dan esas personas que se anclan a ellas como la verdad revelada. Casi tanto miedo como me da esa supuesta verdad revelada en sí.
Por otra parte, es obvio que todos tenemos que cumplir la ley, empezando por la Constitución. Pero para semejante viaje no hacen falta tales alforjas. No hace falta un solemne anuncio electoral y una propuesta de nueva situación para los inmigrantes. La ley hay que cumplirla se sea inmigrante o no. También los españoles, sean del PP o del PSOE. No solemnice lo obvio, candidato, ese es un mal paso.
Si por algo se caracteriza la humanidad es por saber adaptarse, también en lo que a costumbres se refiere. Usted, que es moderado y racional casi tanto como previsible, no se deje arrastrar por esos integristas.
Dice mi admirado Raúl del Pozo esta mañana que Zapatero le preguntó por su voto ayer a la salida del Intercontinental. Pregunta inapropiada donde las haya y más si va dirigida de un político a un periodista. El voto es secreto por definición y un secreto, queda dicho, lo es en tanto en cuanto no se comparte.
El candidato había estado, minutos antes, en animada charla con el Nuncio en España. No puede olvidársenos que además de religioso, el Nuncio es, ante todo, embajador. Y que más da, conociendo la tendencia de Zapatero a patear la diplomacia. Al Nuncio, por lo demás invitado en ese acto, se le cantan las cuarenta y punto.
Tiene huevos la cosa. Zapatero, azote de curas, obispos y cardenales durante estas semanas y las que vendrán. Zapatero, que sin tregua, sin ETA y sin economía adopta a la iglesia como el clavo ardiendo para sostener su campaña. Pues mire usted (lo digo por decir), le voy a decir una cosa: no es que yo tenga simpatías por semejante gremio, pero usted patina.
Ni soy anti-curas (en realidad no creo ser anti nada) ni soy religioso. Si me apura, siento cierto desdén por los religiosos. Y mira que tengo buena relación con muchos de ellos. Y mira que, como en casi todas las familias españolas, tengo algún pariente (más o menos lejano) que es religioso. Pero cuando los curas pontifican me la refanfinfla un bastante.
Con todo, pocas veces he sentido mayor simpatía por ellos que cuanto oigo, leo o veo los ataques primarios que sufren desde su frente, señor Zapatero. Supongo que si sus estrategas han diseñado ese plan es porque intuyen que les va a ir bien. O es que es el menos malo de todos los que le quedan en la recámara. Pues le voy a contar un secreto: conmigo no funciona. Si de verdad quiere usted ganarse mi voto (supongo que no le sobran y le vendrá bien el 9 de marzo) ya está dejando a los curas en paz.
Entre ellos y usted hay una diferencia que para mi es fundamental. Ellos hablan casi exclusivamente para los suyos, para su clan, para su grupo. Ni usted ni yo formamos parte de él. Así que, ¡que coño nos importa lo que digan!. Que sean los católicos los que reaccionen. Usted en cambio, no sólo es el presidente en ejercicio de todos los españoles. Como candidato, que también lo es, tiene que dirigirse a todos nosotros. A todos, y no puede limitarse a torpezas de ese estilo que, seguro, le dan tantos apoyos como le quitan.
En estas estábamos cuando va el otro candidato… Desengáñense. En España sólo hay dos candidatos. El resto son comparsas. Porculeras, ciertamente, pero comparsas… Va el otro candidato, decía, y se descuelga con el lío de que “los inmigrantes respeten las costumbres españolas”. Que querrá decir Rajoy con ese tema. Aún más, ¿es qué los españoles respetamos nuestras costumbres?. ¿Cuáles son nuestras costumbres?.
Ya se que si lo pensamos dos minutos, fríamente y sin pasión, todos estaremos hablando de lo mismo, pero la propuesta tiene su miga.
Costumbre, en España, es bautizar a los hijos, casarse por la iglesia, ir de vacaciones al pueblo, jugar al tute o al dominó, tirar las colillas al suelo, hablar a voces, celebrar fiestas un fin de semana sí y otro también (sobre todo en verano),… Seguro que el candidato no estaba pensando en esto cuando hizo su propuesta.
Pensaría más en el tema del pañuelo de las mujeres en la cultura musulmana, en los símbolos religiosos, en las bandas de los jóvenes latinos,… Cuidado, me permito decir al respecto. Cuidado porque si prohibimos a las mujeres ir con pañuelo, la mitad rural de España puede tener un problema. Cuidado porque con los símbolos religiosos somos muchos los españoles de toda la vida que cada vez nos sentimos más incómodos. Cuidado, porque las bandas de jóvenes, más o menos violentas, son comunes en todo occidente desde hace décadas.
Seguro que Rajoy ha lanzado la propuesta con la mejor de las voluntades y pensando en los valores occidentales. Pero él, que es un tío listo, sabe, perfectamente, que buena parte de los valores occidentales están trufados, a tope, de principios orientales, musulmanes y de todo tipo. Por otra parte, integristas al margen, las tradiciones, las costumbres, se van adaptando, ajustando, modificando, olvidando y recuperando al ritmo mismo de la vida.
Miedo me dan esas personas que se anclan a ellas como la verdad revelada. Casi tanto miedo como me da esa supuesta verdad revelada en sí.
Por otra parte, es obvio que todos tenemos que cumplir la ley, empezando por la Constitución. Pero para semejante viaje no hacen falta tales alforjas. No hace falta un solemne anuncio electoral y una propuesta de nueva situación para los inmigrantes. La ley hay que cumplirla se sea inmigrante o no. También los españoles, sean del PP o del PSOE. No solemnice lo obvio, candidato, ese es un mal paso.
Si por algo se caracteriza la humanidad es por saber adaptarse, también en lo que a costumbres se refiere. Usted, que es moderado y racional casi tanto como previsible, no se deje arrastrar por esos integristas.
martes, 5 de febrero de 2008
OJO CON LAS INNOVACIONES
Pleno acierto de la campaña pre-electoral del PSOE. Múltiples mensajes. Fotos variadas, tantas como poses y vestimentas. Todo plural y variado, como el candidato. Ese que dice, en cada momento, lo que le viene a la cabeza, o lo que cree que conviene, o lo que le ha sugerido uno de sus asesores. Mensajes múltiples, sobre casi todos los temas y un nexo común "Motivos para creer".
Me parece un eslogan muy acertado, como la campaña en si misma. Hace falta que nos den motivos para creer porque, por nosotros mismos, no los encontramos. Dennos motivos pare creer, por favor, que si no nos volveremos ateos. Y si no creemos, se les acabó el chollo. Más aún, alabo la generosidad de este partido. Nos dan motivos para creer sin la torticera intención de dirigir nuestra creencia. Libertad hasta para creer con libertad.
"Soñar con los pies en la tierra". Nos lo dice un sonriente candidato. Como para recordarnos que él también soñó con la paz y con la libertad en toda España. Pero los pies en la tierra le demostraron que no había posibilidad. "No es lo mismo". Nos dice un pensativo candidato como buscando las diferencias. En efecto, no es lo mismo pregonar que dar trigo, no es lo mismo prometer que gobernar, no es lo mismo con unos y con otros.
"Podemos llegar tan lejos como queramos" y lanza los pulgares al viento el candidato. No es para tanto, no queremos llegar al cielo por mucho que ese mismo candidato se empeñe en colocar a la iglesia católica en el centro del debate electoral. Nos conformamos con llegar a fin de mes (mes a mes) que tal y como pinta la cosa, no es poco.
"Ahora que avanzamos, por qué retroceder" proclama en mangas de camisa. Quizás porque hay que saber en que sentido avanzamos, hacia donde vamos y que camino llevamos. Avanzar por avanzar no es inteligente. Es más, cuando descubres que el camino está equivocado, mejor dar media vuelta y tomar otra ruta.
"La octava potencia económica, los primeros en derechos sociales" y se parte el culo de la risa el candidato. No me extraña. Lo que no tengo claro es si se ríe por la primera parte del sintagma o por la segunda. Ambas las dos son para troncharse y, probablemente por eso, se ha puesto traje y corbata para ilustrar semejantes afirmaciones. Ya se sabe, lo sabe hasta Lorenzo Milá, que con corbata se gana en credibilidad. Al menos, eso era antes, antes de que Milá y otros pseudo-progres se empeñasen en romper ese firme vínculo.
Mensajes, mensajes mensajes. Fotos, fotos, fotos. Multiplicidad.
No puedo dejar de acordarme de aquel cartel del PSOE en las elecciones de 1986. Manteniendo la inspiración del eslogan anterior ("Por el cambio") se parió aquel "Por el buen camino" que lucía sobre una imagen verde, bucólica, muy lejos del blanco tradicional de los socialistas en sus carteles. Aquel "por el buen camino" y aquel fondo campestre vinieron acompañados de 20 diputados menos. A veces, la innovación es lo que tiene. Los socialistas volvieron, en 1989, a su blanco tradicional y, a pesar de la huelga del 14-D volvieron a ganar.
Ahora, con una exigua mayoría minoritaria, con una gestión discutida incluso por los más socialistas y con una situación económica que acojona más que acongoja, se empeñan en innovar. Ya veremos cual es el resultado.
Me parece un eslogan muy acertado, como la campaña en si misma. Hace falta que nos den motivos para creer porque, por nosotros mismos, no los encontramos. Dennos motivos pare creer, por favor, que si no nos volveremos ateos. Y si no creemos, se les acabó el chollo. Más aún, alabo la generosidad de este partido. Nos dan motivos para creer sin la torticera intención de dirigir nuestra creencia. Libertad hasta para creer con libertad.
"Soñar con los pies en la tierra". Nos lo dice un sonriente candidato. Como para recordarnos que él también soñó con la paz y con la libertad en toda España. Pero los pies en la tierra le demostraron que no había posibilidad. "No es lo mismo". Nos dice un pensativo candidato como buscando las diferencias. En efecto, no es lo mismo pregonar que dar trigo, no es lo mismo prometer que gobernar, no es lo mismo con unos y con otros.
"Podemos llegar tan lejos como queramos" y lanza los pulgares al viento el candidato. No es para tanto, no queremos llegar al cielo por mucho que ese mismo candidato se empeñe en colocar a la iglesia católica en el centro del debate electoral. Nos conformamos con llegar a fin de mes (mes a mes) que tal y como pinta la cosa, no es poco.
"Ahora que avanzamos, por qué retroceder" proclama en mangas de camisa. Quizás porque hay que saber en que sentido avanzamos, hacia donde vamos y que camino llevamos. Avanzar por avanzar no es inteligente. Es más, cuando descubres que el camino está equivocado, mejor dar media vuelta y tomar otra ruta.
"La octava potencia económica, los primeros en derechos sociales" y se parte el culo de la risa el candidato. No me extraña. Lo que no tengo claro es si se ríe por la primera parte del sintagma o por la segunda. Ambas las dos son para troncharse y, probablemente por eso, se ha puesto traje y corbata para ilustrar semejantes afirmaciones. Ya se sabe, lo sabe hasta Lorenzo Milá, que con corbata se gana en credibilidad. Al menos, eso era antes, antes de que Milá y otros pseudo-progres se empeñasen en romper ese firme vínculo.
Mensajes, mensajes mensajes. Fotos, fotos, fotos. Multiplicidad.
No puedo dejar de acordarme de aquel cartel del PSOE en las elecciones de 1986. Manteniendo la inspiración del eslogan anterior ("Por el cambio") se parió aquel "Por el buen camino" que lucía sobre una imagen verde, bucólica, muy lejos del blanco tradicional de los socialistas en sus carteles. Aquel "por el buen camino" y aquel fondo campestre vinieron acompañados de 20 diputados menos. A veces, la innovación es lo que tiene. Los socialistas volvieron, en 1989, a su blanco tradicional y, a pesar de la huelga del 14-D volvieron a ganar.
Ahora, con una exigua mayoría minoritaria, con una gestión discutida incluso por los más socialistas y con una situación económica que acojona más que acongoja, se empeñan en innovar. Ya veremos cual es el resultado.
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