Entre los líos que le montan, los que se monta él solito, los que surgen y los que se encuentra por el camino, Zapatero debe estar pensando Quién me mandaría a mi meterme en esta historia. Cuando no es la crisis “que nos han mandado de Estados Unidos y que nos está afectando a todos, aunque a nosotros menos porque estábamos mejor preparados”, son los periodistas (aliados con algunos “amigos” de dentro del partido) que le joden la foto con Obama filtrando el cambio de gobierno.
De vez en cuando, el propio Zapatero decide que es mejor no tocar lo que no funciona y cambiar lo que va razonablemente bien. Y es entonces cuando manda a Ramón Jauregui a Bruselas de ayuda de cámara de López Aguilar. Como si Aguilar necesitase ayuda de cámara en el europarlamento. Como si Alonso fuese sobrado para subirse los calcetines él solito en el Congreso.
Y cuando todos, yo por lo menos, pensábamos que nada más le podía pasar al tío que sólo mira padelante va y se le redondea la semana. La vice-versa Salgado empeñándose en reunirse con todos los agentes sociales para preparar el camino y va MAFO y dispara todas las alarmas sobre el modelo de pensiones. No es que nos vayamos a ir todos al paro y no vayamos a poder pagar nuestras hipotecas. Es que, si nos descuidamos, tampoco vamos a ver un duro de nuestras pensiones. Lo cual quiere decir que ya podemos ir desempolvando el monopoly para poder ver algún billetito.
Claro, fue hablar el Gobernador del Banco de España y to quisque se ha tirado sobre el tema. La oposición a frotarse las manos sobre el fuego amigo. Los ministros, el de Trabajo, por ejemplo, a decir que no sabe en que se basa Fernández-Ordóñez para decir esas cosas. Pos, hijo mío, en los que obran en poder del Banco de España. Qué pa eso es el supervisor. Anda que si lo hubiese dicho yo, vale, pero él tiene elementos y obligaciones para decir ese tipo de cosas.
Pero espérense vuesas mercedes, que hoy mismo va el bueno de Conde y deja de ser Cándido para ponerse Pumpido y decirle a la Policía que no colabora suficiente con la Fiscalía. La Guardia Civil sí, que ya se sabe que es benemérita, pero la Policía no. Vaya por dios. Llamada de teléfono al canto. Hola, soy Velázquez. Ah, muy bien, me gustan mucho tus Meninas y tus Hilanderas, le dice Conde-Pumpido a su interlocutor. No, que no te enteras, que soy el director general de la Policía y la Guardia Civil. De las dos, sabes, y que dice mi mano derecha que ha estado hablando con la izquierda y que de qué vas. Uy, perdón, creo que la he metido yo también. Pues sí, la has metido, pero no te preocupes, que es la norma estos días.
Y menos mal que el presidente de Deportes de España todavía no ha metido mano en el asunto. Démosle tiempo.
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