No creo que nadie se haya sorprendido, pero la sentencia del 11M no ha dejado satisfecho a casi nadie. Curiosamente, los únicos que parecen sentirse conformes son los políticos, sospechosa similitud con las noches electorales, esos momentos extraños en los que todos se consideran ganadores. ¡Que gente!.
He atendido a la lectura del juez Gómez Bermúdez y ya tengo copia de la sentencia que estoy leyendo a salto de mata, pero creo necesario ir dejando por escrito algunas cosas. Y la primera de todas me quema en las manos. Ya sabemos que hay algunos colectivos muy interesados en fijar los autores intelectuales, las "X" de la trama (¿les suena de algo lo de la "X"?). Pero pido un segundo de atención, ¿desde cuándo es tan importante fijar la autoría intelectual de los atentados?.
En España tenemos una larga y penosa tradición de juicios por terrorismo y, que yo recuerde, nunca ha sido necesario ni prioritario fijar la autoría intelectual de ellos. Nadie ha considerado esencial fijar a quien se le ocurrió matar en Hipercor, o en la Casa Cuartel de Zaragoza, o en Vallecas. ¿Por qué, me pregunto, resulta ahora tan trascendente?. Nadie ha buscado nunca el por qué o el para qué de un atentado de ETA. Matan porque es lo único que saben hacer, porque son unos fanáticos y unos asesinos, y por eso mismo los condena la justicia y los repudia la sociedad. ¿Por qué es tan importante ahora fijar esa motivación?. No lo entiendo, o sí, que diría el bueno de Mariano Rajoy, lo entiendo perfectamente, demasiado bien lo entiendo.
Los condenados son unos asesinos infames y a mi me vale. Si además podemos algún día llegar a saber por qué llegamos al 11M y para qué y si llegamos a sentar a sus responsables en el banquillo para luego mandarlos a la sombra un porrón de años me sentiré enormemente orgulloso de este país, pero no creo que sea prioritario. Eso, aunque algunos siguen pensando en "desiertos muy remotos y en montañas muy lejanas" o en "despachos bien cercanos y en locales muy conocidos".
Sigo pensando, lo pienso desde hace años, que las cosas no son sencillas en este caso (¡en cual lo son!) y que nunca llegaremos a saberlo todo, a saber toda la verdad; pero no hace menos años que estoy harto de escuchar a los que retuercen cada página del sumario, cada informe pericial, para asegurar que hay una gran conspiración orquestada por "unos" contra "otros". No puedo, y lo peor de todo es que la sentencia, ne ce sa ria men te, ha dejado suficientes elementos abiertos para que esta panda de torticeros se dediquen a seguir enmierdando otra temporada.
¡Vaya por dios!.