jueves, 17 de enero de 2008

PUES CLARO QUE SON AMBICIOSOS!

Un político que diga que no tiene ambición miente. Eso es evidente.
Sentada la premisa, no acabo de entender las justificaciones, que no explicaciones, que estamos conociendo estos días en relación con las listas electorales del PP para las próximas elecciones generales. Algún malicioso podría pensar que el PP se ha convertido en el Partido de Puertohurraco. Un partido en él que hay familias abiertamente enfrentadas (como en todos) y que la chispa menos esperada destapa las hostilidades. Algo de eso pasó el martes por la noche en la sede de la calle Génova.
Es lógico, legítimo y entendible que Gallardón aspire a estar en el Congreso... para suceder a Rajoy si pierde las elecciones. Igual de lógico, legítimo y entendible que Aguirre quiera lo mismo. El propio Rajoy ha dado pie a esta situación. No ha atajado los ofrecimientos y contra opiniones a tiempo y ha dado ocasión a que cada familia preparase sus estrategias a fondo. Conclusión, Rajoy se ha encontrado con un grave problema que no tenía una solución buena. Todas eran malas. Ahora bien, es posible que haya escogido la peor de todas.
Puestos en la tesitura de que todos dábamos por supuesto que Gallardón iba a ir en las listas, dejarlo fuera es un error que iba a traer consecuencias. Y las traerá. La propia Aguirre planteo la mejor salida. Ambición por ambición, todos al congreso. Alguien pone en duda que una lista con Rajoy, Pizarro, Aguirre, Gallardón y Zaplana en cinco de los seis primeros puestos sería un corral sólo de gallos, pero ¡menudo corral!. ¿Qué mejor apuesta de que el PP va a por todas en estas elecciones?. Y, además, todos contentos. Pero no, Rajoy tiro de galleguismo y, sinceramente, creo que se ha equivocado.
Igual que se equivocan, creo, los que ahora proclaman que el PP ha tirado todas sus opciones de victoria. Estos agoreros toman como ejemplo lo que le ocurrió al PSOE en el año 2000. Dudas, cambios de candidatos, reajustes en la dirección de los mensajes,... y al final, hostión. Ese análisis cojea, en mi opinión, de algo esencial. El electorado del PSOE no es el del PP. Eso es obvio, pero no sólo porque tienen ideas diferentes. El comportamiento político-electoral de los votantes del PP y del PSOE es muy distinto. Estoy convencido de que esta "marginación" de Gallardón aprieta las filas de la gran mayoría de los votantes populares y de muchos de los posibles votantes. El gesto de Aguirre, también. Algo impensable si hubiese sucedido en el PSOE, donde cosas parecidas, desmovilizan a los votantes.
Buena muestra de lo que digo es la reacción del PSOE en estas primeras horas. Si tuviesen claro que esta situación les beneficia, se estarían calladitos mientras los populares se sacan los ojos. Como tienen claro que no es así, han lanzado una operación de acoso en toda regla para sacarles ellos mismos los ojos. Y creo que se equivocan.
Está más que demostrado que los electores queremos propuestas más que puñaladas. A ver si se van enterando los de la ambición razonable.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen post, si señor, la diferencia de costumbres en el PP y Psoe hará que no pierda esos votantes fieles que no cuestionan nada.
Pero la batalla no son esos, son los indecisos, y estamos en un pais latino y caliente, los indecisos se dejaran llevar por la tragedia griega( a todos les dan por el....) que se escenifica en genova, y encima los voceros de la Espe y el Albertito haran coros regionales en Madrid y bolos en provincias, es que Rajoy le queda grande el puesto recomendado de Aznar.