sábado, 24 de octubre de 2009

IGUALES, CON TODAS LAS CONSECUENCIAS

Me acuerdo, y no soy tan mayor, de un día que en la escuela nos hablaron de los derechos del niño. Ese año, no recuerdo cual fue, 1983, 1984, más o menos, había sido declarado el año internacional de los derechos del niño. El bombardeo con el tema era tremendo y estábamos menos acostumbrados que ahora a los mono-temas.
Evidentemente, como buen pedante, llegué a casa y empecé a pasarle por el morro a mis padres los susodichos derechos del niño. No era gratuito, trataba de ponerme en valor apelando a la ONU y a mi condición de ser especial por tener derechos reconocidos y un año para nosotros solos. ¿Quién coño se creían mis padres para tratarme a mi sin tener eso en cuenta?. Lo dicho, un repipi de mucho cuidado.
Como es lógico a mis padres les faltó tiempo para recordarme que los derechos van ligados a deberes. De lo contrario, no son tales. Ahí me dejaron planchado. Años después, me ha dado por pensar que ese puede ser uno de los motivos, uno de los momentos, en los que la infancia se ha ido de las manos a esta sociedad nuestra. El inculcar a los cerebros en formación que sólo son poseedores de derechos y que no están sometidos a deberes y obligaciones los convierte en los déspotas que son ahora. Si a todo ello le sumamos las basuras educativas que en forma de ley se han ido aplicando en este país en los últimos años, tenemos el pack completo.
No, no empiece a desconfiar, querido lector. No voy a seguir por esa vereda. Traigo esto hoy a colación por la absurda polémica que se ha desatado esta semana a propósito del debate de las enmiendas de totalidad de los presupuestos generales del estado. Ese debate en el que la pobre Elena Salgado ha salido más que esquilada, y mira que es difícil esquilar un cuerpo como el suyo.
Ella, la gestora que no se arredra, la que planta cara a quien se atreva a ponerse en una mesa a negociar, la que no fue capaz de prolongar el mandato de los hombres de su antecesor ni siquiera apelando a la transición tranquila, la que puso a todos los fumadores del país en la puta calle, la que presume de haber hecho una carrera profesional en un mundo de hombres para demostrar su valía. Ella va y se queja de machismo cuando un contrincante la da un revolcón de órdago.
Y digo yo, no será que la querida vicepresidenta quiere ser como esas damas a las que se les hincha la boca de decir que quieren igualdad en todo, que se les llena la boca de sus muchos méritos, cualidades, etc., que no se cansan de cantar sus virtudes sin dejar de ser mujeres y que luego, ante la primera dificultad, quieren ser tratadas como mujeres y no como personas?.
Señora Salgado, el ser mujer, en los tiempos que corren, es una garantía de igualdad en todos los sentidos. En todos. Aténgase a las consecuencias, por favor.

jueves, 8 de octubre de 2009

LA MÁS LISTA

Es muy lista, la más lista de la clase, con diferencia.
No diré yo que esté ni más ni menos salpicada que nadie en el PP, ya se verá, pero lo cierto es que es la única que pisa firme. Si le vale para algo, ya se verá. No es fácil recordar (y pongo por delante que no presumo yo de memoria) casos encadenados de mayor rapidez y contundencia a la hora de tomar medidas inmediatas cuando hay colaboradores afectados por una investigación judicial en el escalón que sea. Pero lo cierto es que La Presidenta está dando todo un ejemplo.
Primero se quedó sin consejero de Deportes, al que, por otra parte, nunca debería haber nombrado, la verdad. Luego fue descolgando alcaldes, no sin gran laboriosidad. Luego dejó sin responsabilidades a distintos diputados regionales. Más adelante los suspendió de militancia. Y finalmente, los relegó a un segundo plano en la Asamblea de Madrid. Todo ello por propia iniciativa y antes de que nadie pensase en destituciones o responsabilidades políticas. A no pocos les pilló (nos pilló) por sorpresa y con la guardia baja.
Ahora, cuando toda la artillería a derecha e izquierda carga contra los pusilánimes y timoratos Camps y Rajoy por la falta de decisión, va ella y se quita de enmedio a esos mismos diputados y ex-alcaldes. Ya no los puede tener más lejos. Sólo le queda echarlos del partido a todos los efectos.
Ya he dicho que mi memoria no es muy buena pero sólo recuerdo otros tres diputados en el grupo mixto de la Asamblea de Madrid, a saber, Nicolás Piñeiro (tránsfuga del PP que impidió la investidura de Ruiz-Gallardón en 1989) y Eduardo Tamayo y Maite Sáez, tránsfugas del PSOE que impidieron la investidura de Rafael Simancas en 2003. Ahora hay, de golpe, otros tres que no son tránsfugas pero a los que La Jefa quiere poner físicamente lejos. Vaya por dios.
El margen de diputados que tiene el PP en Madrid es tan grande que se puede permitir este lujo y, además, venderlo como gran ejemplo de intransigencia con los malos, de dignidad elevada a la categoría de pauta de comportamiento político irreprochable. Y de paso, calla a la oposición, que minutos después tenía previsto preguntarle por la tan cacareada remodelación de gobierno que se lleve por delante a su fiel vicepresidente para retirarlo en la presidencia de Caja Madrid. Y de paso, le da un par de collejas a Rajoy, por pusilánime. Y de paso, se regodea en la semana negra de Alberto Ruiz-Gallardón, al que no dejan de preguntar por los Juegos, y lo que le queda. Y de paso... demuestra que es muy lista, la más lista para ser exactos.

martes, 6 de octubre de 2009

ADRIANO, TODO UN EJEMPLO

La cosa está mal. Muy mal.
Como estará la cosa que los albañiles, los populares paletas, se están quedando con la “paletilla” al aire. Con los cuartos traseros, para ser exactos. Bueno, es un decir. A lo que me refiero es a un caso que se ha conocido hoy en la localidad malagueña de Vélez-Málaga.
Al parecer, un empresario de la construcción de la zona al que las cosas no le iban demasiado bien, decidió promocionar las bondades de sus servicios con el sentido mensaje que sigue “La albañilería que usted se merece”. Hasta aquí, todo normal. Nos trata de usted, nos ofrece una labor profesional a la altura de nuestras capacidades, que más se puede pedir.

La cuestión es que la publicidad en cuestión va acompañada de una imagen nada sutil. Una joven lozana nos muestra en qué condiciones le está dejando la crisis. Con una escasa y bien remangada combinación nos demuestra, además, lo bien que nos quedaría un baño con dos senos en nuestra casa reformada.
Como suele ocurrir en estos casos, nunca llueve a gusto de todos y al final, el buen hombre, Adriano de nombre, ha tenido que retirar la publicidad. Lástima. Pero el objetivo estaba conseguido. Todo el mundo habla de su empresa, de las bondades de su trabajo y todo el mundo conoce al susodicho Adriano. Quien quiere más. Seguro que le llueven los encargos. Incluso, aunque le pongan una multa, la pagará gustoso. Resumiendo, que hablen de uno aunque sea bien. Qué le vamos a hacer.
En el fondo, este Adriano no hace nada diferente a lo que hace nuestro presidente del Gobierno. Lo primero que se le ocurre lo pone en marcha. Si sala bien, se apunta el tanto y si no, la culpa es de los otros, que son unos intransigentes. Total, por dos cachetes de nada. Aún más, Adriano también sigue los consejos de nuestro guía espiritual en otros aspectos. A saber, hay que incentivar el consumo y si es de productos patrios mejor. Sólo así saldremos de ésta. Todavía más, no sólo da trabajo a sus albañiles, pintores, fontaneros y demás. También le encuentra tarea a fotógrafos y mozas desocupadas, no vaya a ser que se tengan que dedicar a tareas bordeando la legalidad. No.
Adriano, eso es lo que necesitamos en España, gente con imaginación e iniciativa. Capaces de ser originales, creativos. Que no digan que no estamos a la última.

jueves, 1 de octubre de 2009

GANAR TIENE QUE SER LA PERA

Llevo toda la semana pensando en como escribir esto, en que escribir exactamente, y todavía no lo tengo claro. Mañana, a esta hora, ya sabremos si la cosa va a cambiar para siempre o si toca seguir esperando. La carrera olímpica de Madrid, el futuro político de Gallardón, el gafe internacional de Zapatero, los servicios "talismánicos" de Don Juan Carlos,... muchas cosas están en juego mañana.
Yo estuve muy positivo hace cuatro años cuando en Singapur se eligió a Londres para los Juegos de 2012, y me quedé con las ganas. Ahora estoy todavía más positivo, si es que ello es posible. Pero sigo sin verlo claro. En estas cosas entran en juego tantos factores que el último es ser, de verdad, la mejor candidatura. Por eso, un pronóstico es casi imposible.
De todas formas, y para poder enseñárselo a algunos amigos que me preguntarán mañana, yo deseo que nos lo den, pero no nos lo van a dar. Es más, estoy convencido de que no vamos a llegar a la votación final. Lo peor de todo, es que esta decepción va a parar el empuje olímpico de Madrid para varias décadas, y si no, al tiempo. Pero de estas cosas también hay que aprender.
Me acuerdo ahora de una frase, que no me acuerdo de quién es, pero me parece muy atinada: Lo importante es participar y ganar... ¡ganar tiene que ser ya la hostia!. Pues eso. Y mira que ahora nos empezábamos a acostumbrar a ganar, pero se va a romper la racha.